Zapping
Caldo de estrenos
Un lector me riñe porque despacho los programas nuevos con tres o cuatro frases y eso no es serio. Intento convencerle de que el ritmo de estrenos es superior a la capacidad digestiva de esta sección, y que me perdone la precariedad espacial de los comentarios. El lector insiste y me insta a hablar de Los hombres de Paco (Antena 3).
Mezcla
Es una mezcla de Policías, Torrente y de cualquier serie española en la que haya mujeres hartas de sus maridos, suegras amargadas y bares de carajillo peleón. El primer capítulo prometía lo que el segundo desmintió. Ojalá el tercero permita seguir viendo a Adriana Ozores. También me pregunta por De vez en cuando, la vida (Antena 3), que se estrenó la misma noche que lo de Paco. Lo presenta Silvia Jato y es otra revisión del reencuentro-show. Se basa en manipular la emoción y lograr que los invitados lloren en el momento justo: después de la publicidad. El lector insiste: "¿Y qué me dice de Operación Triunfo?". Le respondo: "Ya no me acuerdo. De eso hace mucho, ahora estoy con Gran Hermano".
Secuelas
No hay que confundir Gran Hermano 7 (Tele 5) con Mira quién baila 2 (TVE), aunque ambos se estrenaron esta semana. Podrían intercambiar presentadores. Me gustaría ver a Mercedes Milá toreando aprendices de bailarines y a Anne Igartiburu soportar los conflictos que insinúan los presos de GH. Los objetivos de estas secuelas son distintos. MQB2 dona los beneficios a ONG que compiten para mejorar sus finanzas. En GH, en cambio, rige la ley de la selva y el sálvese quien pueda, dos viejos códigos gubernamentales y no gubernamentales.
Puritos
Marina d'Or despliega una intensa estrategia publicitaria que incluye mensajes en mi contestador. Afirman que pueden contribuir a mejorar mi calidad de vida. Es cierto: si dejan de llamar, mi vida mejorará. Sus anuncios, en cambio, crean una adictiva fascinación, parecida a la nostalgia de La edad de oro (La 2), antología de un programa que retrataba efervescencias auténticas, suicidas e impostadas. Viendo La edad de oro recuerdo cuánta razón tenía el gran Fernando Poblet cuando escribía: "Lo bueno de la modernidad es que no creen en ella ni quienes la practican". Hoy resulta difícil saber lo que es moderno. Buscando modernidad, veo 52 (Localia), un show nocturno de los que se llevan pero en más juvenil. Salen Los Especialistas Secundarios, y desarrollan el mismo humor perplejo que llevan años haciendo en la radio. ¿La radio es moderna? La pongo: Pepe Domingo Castaño canta "Marina d'Or". No sé si será moderna o no pero en la radio la gente está menos tensa. Mamen Mendizábal, a la que vi sufrir en otro agrio 59 segundos (TVE), dice que para relajarse le gusta ver Los Soprano. Tiene buen gusto. Es la serie que mejor define nuestros tiempos: ironía, neurastenia y mafia.
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