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EL ENREDO
Columna
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El pollo del pollo

ESTOS DÍAS va uno al mercado y mira el escaparate de la pollería con ojos distintos. Con respeto. Oiga, el pollo no es el animal más gilipollas de la creación, no es un sujeto que se deja alimentar en masa, en serie, para engordar, que lo maten y lo empanen sin más. Eso cuando no le meten limones por donde ya saben. Pollo al limón, pollo al limón... Podrían haberse inventado el pollo a la aceituna, pensará el pollo. O no. Hay mucho golferío entre los pollos también.

Pero hasta ahora, el pollo era, después del hombre, lo más tonto que había la Tierra. Tenía la ventaja sobre el hombre de carecer de hipoteca, pero fuera de eso, el pollo era un animal sin sentido. Ahora no. El pollo se está haciendo respetar. Hoy día, un pollo es algo serio. Un pollo estornuda y tiembla el mundo. Ya, sin que haya estornudado, estamos pasándolo mal... Ahora, al pasar frente a la pollería, esas pechugas ordenadas, esos muslos colocados como piezas de rompecabezas, esos pollos ahorcados, te están diciendo: espera a que te estornude mi primo de Zumosol.

Vamos creando rencores de otras especies animales. Las vacas locas, los pollos griposos, las ovejas clonadas...

¿Alarmismo injustificado? ¿Debemos tener miedo del pollo? ¿Es el pollo nuestro peor enemigo? Examinemos lo que han hechos los Gobiernos europeos con respecto a la amenaza de la gripe aviar. Distinguimos dos tipos de mensaje: 1. La población no debe alarmarse. 2. Se acerca una pandemia. Esto parece contradictorio, pero en realidad lo es, de lo que se deduce algo muy importante: a los Gobiernos europeos no les importa aparecer como contradictorios. "¡Aviso a toda la población! ¡No deben ustedes alarmarse, sólo es una catástrofe!".

En cuanto a las medidas preventivas, los Gobiernos europeos han lanzado dos tipos de mensaje: 1. Las vacunas que ahora tenemos no sirven, porque el virus mutará. 2. Vamos a comprar millones de vacunas de las que no sirven. Estos dos mensajes, que en apariencia son contradictorios, pero en realidad sí lo son, nos remiten al primero y principal: No deben ustedes alarmarse. El enunciado completo es: Nos amenaza una pandemia, no tenemos armas para combatirla, pero no se preocupen porque vamos a comprar millones de vacunas que no sirven. En España hemos introducido un elemento diferenciador: las autoridades sanitarias han rechazado el alarmismo de las autoridades sanitarias europeas, y a continuación han encargado millones de vacunas.

Los pollos se están hartando de reír, aunque no se mueren. Por joder.

Con todo, la vida sigue siendo injusta con el pollo. Un pollo va a la consulta y dice: "Tengo gripe, doctor". Y le pegan un tiro. Lógicamente, los pollos que estén en la sala de espera se mirarán de reojo pensando: podrían darnos una aspirina, como a todo el mundo. Pero así somos los humanos. No nos damos cuenta y vamos creando rencores en otras especies animales. Las vacas locas, los pollos griposos, las ovejas clonadas... Esto acabará mal, que es una frase muy agradecida de decir, porque lo peor que puede pasar es que te equivoques, pero en ese caso será porque las cosas han acabado bien. A esta doctrina se le llama zetapismo: movimiento filosófico que defiende el optimismo sin límite. ¿Sin límite? Sí, sin límite. ¿Incluyendo Maragall? Incluyendo.

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