Un septuagenario mata a su hijo de una cuchillada en Villarejo
Un hombre de 75 años, Juan José G. S., mató supuestamente anoche de una cuchillada en el corazón a su hijo Juan G., de 36, en el transcurso de una disputa familiar en el municipio de Villarejo de Salvanés. Fuentes de la investigación informaron de que el fallecido disparó con un arma de fuego a su padre, tras lo cual sufrió la mortal agresión.
El teléfono de emergencias 112 recibió alrededor de las 21.40 de ayer una llamada en la que el comunicante alertaba de que había dos personas heridas en el número 57 de la Vereda del Cañuelo. Los primeros en llegar a la vivienda fueron el médico del centro de salud de la localidad y los facultativos del vehículo de intervención rápida (VIR) con base en el municipio.
Cuando éstos entraron en la casa, se toparon con el cadáver de Juan G., que estaba tumbado boca arriba en el suelo de la cocina. Según fuentes de la investigación, presentaba una herida inciso punzante en el tórax que le había afectado directamente al corazón, lo que le causó la muerte en el acto. Los médicos sólo pudieron certificar el óbito, según un portavoz de Emergencias 112.
El padre, Juan José G. S., estaba consciente y orientado. Presentaba una herida por arma de fuego en el cuello, que, salvo complicaciones posteriores, no revestía gravedad. Fue trasladado en una ambulancia al hospital Gregorio Marañón, en la capital, adonde fue escoltado por la Guardia Civil, ya que había sido detenido como presunto autor de la muerte de su hijo.
Gritos de ánimo
El progenitor se mostró tranquilo en todo momento. Fue conducido a la ambulancia en una silla de ruedas mientras pronunciaba frases como "ya está", "ya se ha terminado todo" y "tranquilos". Mientras, recibía gritos de apoyo y ánimo de los vecinos. La esposa del supuesto autor y madre del fallecido estaba en la vivienda durante la reyerta.
Las primeras investigaciones apuntan a que padre e hijo empezaron una discusión por causas aún no esclarecidas por los investigadores. De las palabras pasaron a los gritos, y de éstos, a las manos, hasta que, en un momento dado, el hijo sacó un arma y disparó a su padre.
La reacción del progenitor fue coger la primera arma que tenía a su alcance (un cuchillo de cocina) y apuñalar a su hijo en el pecho. El fallecido cayó al suelo fulminado, sin que le diera tiempo a reaccionar.
Algunos vecinos de Villarejo explicaron que las discusiones dentro de la familia eran frecuentes y que el hijo ya había amenazado de muerte a su padre en alguna ocasión. También afirmaron que el fallecido había estado en la cárcel y que estaba metido en el mundo de la droga. "Sabíamos que antes o después iba a ocurrir una desgracia de este tamaño, porque siempre estaba dando problemas y andaba metido en líos", comentó un vecino que pidió el anonimato.
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