Una asociación de automovilistas exigirá una rebaja en el impuesto de vehículos

La asociación Automovilistas Europeos Asociados (10.000 afiliados en la región) va a solicitar en el debate de los presupuestos para 2006 del Ayuntamiento de Madrid una rebaja del 30% del impuesto de vehículos de tracción mecánica (IVTM) por "las graves consecuencias" que están sufriendo los conductores madrileños, según señaló el presidente de este colectivo, Mario Arnaldo.

"El Ayuntamiento debe sufrir algunas consecuencias económicas porque no está cumpliendo su deber como administración pública de garantizar la movilidad de los madrileños", añadió Arnaldo.

Según el presidente de Automovilistas Europeos, el tráfico de Madrid tiene graves problemas estructurales: en los últimos siete años ha subido el parque de vehículos un 32% y ya se acerca a los cuatro millones. Esto ha supuesto un incremento de la circulación del 25%. "El transporte público no da respuesta a las necesidades de los madrileños. Está diseñado de forma radial, de tal modo que una persona que tenga que ir de Alcorcón a San Sebastián de los Reyes tiene que hacer muchos transbordos, por lo que prefiere ir en su coche aunque tarde más", explica Arnaldo.

El presidente de este colectivo apuesta por un transporte trazado "en forma de tela de araña", acompañado de más medios y que las autovías cuenten con vías de emergencia, similares a los carriles Bus-VAO para evitar las consecuencias de los accidentes como el ocurrido ayer en el Nudo de Manoteras.

Chalés unifamiliares

De similar opinión es el jefe de Movilidad del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), Javier Abadía. Éste explicó que Madrid, como muchas ciudades, ha optado por un desarrollo urbanístico de baja densidad (tipo chalés unifamiliares y adosados) que han sido construido en lugares alejados de la ciudad por varias razones (precio del suelo bajo, impuestos menores, etcétera).

"Estos grandes desarrollos no se han visto acompañados de un transporte público adecuado. Primero se edifica y luego se plantea con qué medios de comunicación se dota a esas empresas. Las arterias principales, además, no son capaces de dar respuesta a la realidad", añade Abadía.

Este problema se ve empeorado por el hecho de que no hay alternativas eficaces para evitar los atascos. La red tiene grandes vías de entrada a la capital, pero no cuenta con itinerarios posibles en caso de colapso. "Además, la información que recibe el conductor no es la suficiente o la tiene tarde, cuando ya está en medio del atasco", concluye el jefe de Movilidad del RACC.