El enigma Nadal

Una bolsa de hielo, dos largas cintas de esparadrapo negro, un doctor y un entrenador son las piezas menores de un misterio, de un enigma que mantiene en vilo a los espectadores y organizadores del Masters de Madrid. La pieza central del acertijo es Rafael Nadal, el campeón de Roland Garros, que hoy debe debutar contra el rumano Victor Hanescu. Juan Carlos Ferrero, campeón del torneo en 2003, por su parte, se estrenó ayer y al mismo tiempo se despidió al perder con el bielorruso Max Mirnyi por 7-5 y 7-6 (2). "La federación no está haciendo para nada bien las cosas. No está yendo de la mano con los jugadores", se lamentó Ferrero, con la vista puesta en la primera ronda de la Copa Davis, frente a Bielorrusia, en 2006.

El enigma a resolver en torno a Nadal es si la tendinitis aguda que tanto le molesta en la rodilla izquieda le permitirá jugar o no. Nadal se paseó el domingo por el Madrid Arena con una bolsa de hielo sobre su rodilla. El lunes admitió que está "un poco tocado". Y ayer se entrenó con dos trozos de esparadrapo bien apretados bajo sus rodillas, uno para que no se inflamase la izquierda, y el otro para evitar que se sobrecargara la derecha. Nadal quiere jugar. Pero puede que le obliguen a abandonar.

"Si por mi fuera, Rafa no jugaría, porque si le veo mal, si le duele, prefiero que no se rompa", dijo ayer Toni Nadal, su tío y entrenador. "Le duele mucho en los apoyos, que es lo que más necesita, sobre todo cuando corre hacia la izquierda, lo que afecta mucho a su juego", continuó; "pero le he visto a más nivel que el lunes. Y él prefiere ganar en Madrid a jugar el torneo de Maestros de Shangai. Por pocas posibilidades que existan lo va a intentar. Mañana por la mañana le haremos otra resonancia y el médico decidirá".

La estrella del torneo

Ni Federer, ni Hewitt, ni Agassi están en Madrid. Nadal es la estrella. Por eso Santana, el director del torneo, observaba ayer detenidamente su entrenamiento junto a Ángel Ruiz Cotorro, el médico de la federación que debe decidir si juega o no. Y por eso todo lo que ocurre en el torneo gira en torno a él. "¡Necesito ayuda!", crepitaba el walkie-talkie de uno de los dos guardias de seguridad que vigilaba su entrenamiento del lunes.

Había demasiados espectadores, dos centenares de curiosos entregados a la caza del autógrafo y de la mejor foto. "No hay día que acabe un entrenamiento en el que no me tenga que quedar más de 15 minutos firmando autógrafos", admitió Nadal. Los niños le jalean y le animan. Sus madres, que le gritan "¡guapo!", y sus hijas, que se atreven con un "¡tío bueno!". También los abuelos, que reflexionan en voz alta: "¡Qué bruto!. ¡Cómo le pega!. Éste gana seguro".

Es la Nadalmanía, un fenómeno de fácil explicación, según Carlos Moyà, ex número uno del mundo y amigo íntimo de Nadal: "Ni a mí ni a Ferrero [que también fue número 1] nos pasó esto porque nunca ganamos 10 torneos en un año ni tantos Masters series", explicó. "Su popularidad es normal porque lo que está consiguiendo está al nivel de Borg o McEnroe". A rebufo del efecto Nadal, Madrid espera batir su récord de espectadores, que está en 120.000 personas.

RESULTADOS.

1ª ronda: C. Moyà-F. Volandri (Ita.): 6-1 y 6-2. J. C.Ferrero-M.Mirnyi (Blr), 7-5 y 7-6 (2).

2ª ronda:F. González (Chi.)-F. Verdasco, 6-3, 1-6 y 6-3. R. Ginepri (EE UU)-S Grosjean (Fra.): 4-6, 6-4 y 6-4. D. Ferrer-A. Calleri (Arg.): 6-3, 4-6 y 6-4. D. Nalbandian (Arg.)-J. Melzer (Aut.): 7-6 y 6-3.

Televisión: C+ D3 (11.30) y La 2 (15.50).