"Aún no sé cómo se votarán este año las enmiendas a los presupuestos"
La presidenta del Parlamento, la peneuvista Izaskun Bilbao (Bermeo, 1961), hará el miércoles su presentación pública en Madrid en un foro periodístico.
Pregunta. ¿Qué imagen y qué mensaje desearía transmitir?
Respuesta. Una imagen serena, de asunción de la realidad y de querer resolver el problema de normalizar este país. Queremos dar pasos de apertura y ganar credibilidad social.
P. Las votaciones del plan Ibarretxe en el Parlamento vasco y luego en el Congreso fueron el paradigma del desencuentro con Madrid. ¿Cómo se recompone esa situación?
R. Se están recomponiendo ya relaciones políticas y espero que ese desencuentro se resuelva por esa vía.
P. ¿Qué ha pensado para recuperar la imagen perdida por la Cámara, con votaciones cuestionadas y acusaciones de parcialidad a la presidencia?
"No debemos sentir ninguneada a la Cámara si aceptamos que la mesa de partidos del 'lehendakari' puede ser la fórmula"
"Sobre la oficina de control presupuestario que pide la oposición, la pregunta es si existen ya instrumentos para ejercerlo, y la respuesta es sí"
R. Ésas son referencias del pasado. Prefiero quedarme con la imagen más reciente del acuerdo de todos para la constitución de las comisiones.
P. Usted siempre ha pertenecido a la mayoría gubernamental. ¿Cómo se acercará a las reclamaciones de la oposición?
R. Siempre he practicado la máxima de acercarme a la orilla del otro. No hay más camino que la comprensión.
P. ¿Cómo se van a votar este año las enmiendas a la totalidad a los presupuestos?
R. No sé si las va a haber, si van a ser una o más. Espero que no haya bloqueo, pero las decisiones anteriores para votarlas separadamente tienen detrás sentencias jurídicas que las respaldan y desde ese punto de vista no son cuestionables. Otra cosa son las reivindicaciones de la oposición.
P. No parece que piense usted volver a hacer votarlas juntas, como históricamente se realizaba.
R. Insisto; lo que espero es no ver que todos los grupos enmiendan a la totalidad los presupuestos.
P. No se quiere pronunciar sobre lo que haría si fuese así.
R. No. Vamos a ver qué pasa.
P. Desde su formación en gestión de empresas, ¿se justifica un parón de ocho meses en el Parlamento?
R. Se puede pensar que ha sido un periodo excesivamente largo, pero lo único que hemos hecho es respetar lo que el reglamento establece.
P. Se pudo habilitar julio.
R. Ningún grupo lo pidió.
P. Otra petición histórica de la oposición es realizar plenos específicos de control.
R. Es una posibilidad que está ahí. Sería una manera de darle una visión diferente y más agilidad a la Cámara.
P. ¿Es partidaria de dar la última palabra al parlamentario presente, por encima de lo que diga el marcador electrónico?
R. Todos nos equivocamos, y yo la primera, pero es una obligación más del parlamentario manejar correctamente el sistema. No somos el único Parlamento que prima la votación electrónica, y hay jurisprudencia sobre ello. Son las normas de juego y están puestas precisamente para dar garantías. No quiero enfadar a nadie, pero se ofreció un curso sobre el particular y de 75 diputados asistieron ocho. Y ninguno se equivocó.
P. ¿Creará una oficina de control presupuestario para facilitar el seguimiento de la ejecución de las cuentas, como reclama también la oposición?
R. La pregunta debería ser: ¿tiene la oposición instrumentos para el control presupuestario? La respuesta es sí. Y tiene al Gobierno dispuesto a dar el asesoramiento que le pidan.
P. Pero lo que quieren es un servicio de la propia Cámara, independiente del Ejecutivo.
R. Tendremos tiempo de ver si se plantean esas propuestas. No sé si los grupos mantienen estas inquietudes históricas. Ninguno lo ha planteado aún.
P. Otra queja es la desconexión en el tiempo entre lo que sucede y el momento en que se ven las cosas en el Parlamento. La oposición quiere poder elegir y cambiar las preguntas e interpelaciones. Por ejemplo, la reciente moción de apoyo a los empresarios era de julio.
R. Hemos estado en situación excepcional. Ese asunto se programó para el primer pleno
P. Se presentó algo similar en octubre de 2001 y se vio en febrero de 2002.
R. No quiero eludir nada, pero ese retraso no es lo habitual. Y los grupos saben que tienen también las comisiones si quieren dar más agilidad a las cosas. Los instrumentos están ahí.
P. ¿Es partidaria de crear una comisión de autogobierno,como piden ya los socialistas?
R. Veremos. Corresponde a los grupos decidir.
P. Le pido su visión como presidenta.
R. Veremos qué plantean; a lo mejor ni siquiera lo hacen.
P. Parece lógico que una reforma estatutaria se trate en la Cámara.
R. Así se hizo en la legislatura pasada y dio como resultado la propuesta aprobada en diciembre de 2004.
P. Pero aquel proceso quedó cerrado con el rechazo del Congreso y ahora parece que el lehendakari prefiere llevar fuera la negociación para que pueda estar presente Batasuna.
R. Si la mesa que propone es un instrumento que sirve, bienvenida sea. El Parlamento tendrá siempre la última palabra.
P. ¿Admitiría que su papel se limitase a recibir un documento de fuera para sólo oficializarlo con una votación?
R. No estoy de acuerdo con la pregunta. No tenemos que sentirnos ninguneados si aceptamos que esa mesa del lehendakari puede ser la fórmula. En ella estarían todos los grupos y también personas que forman parte de este Parlamento. Yo, si sirve, la acepto sin fisuras.
P. ¿Qué ha pasado para que en el mandato anterior se quisiese todo dentro del Parlamento y en éste se prefiera fuera?
R. No podemos mirar tanto al pasado. Han cambiado muchas cosas.
P. ¿Asistirá al juicio contra su predecesor, Juan María Atutxa?
R. Lo verán ustedes el día 26.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.