Prohibido hablar con mujeres maquilladas

Una mujer maquillada, aunque sea la presentadora de un programa de televisión, puede ser una tentación, sobre todo en el Ramadán, el mes sagrado para los musulmanes. Así lo entiende Abdelwhab Houzi, imán de la principal mezquita de Lleida, que el viernes 7 de octubre se negó a ser entrevistado por una periodista en los estudios de una televisión local. La negativa del religioso musulmán ha suscitado una cascada de críticas en diferentes colectivos profesionales y de mujeres de la ciudad, al considerar su actitud como un desprecio inaceptable hacia la condición femenina.

El imán acudió como invitado a los estudios de La Manyana TV para participar en el informativo Més a prop, que dirige y presenta la periodista Eva Taboada. Los preparativos de la entrevista se desarrollaron en un ambiente distendido pero, a la hora de entrar en el plató, Houzi dijo que su religión le impedía ser entrevistado por una mujer maquillada. La dirección del programa decidió que un periodista entrevistara finalmente al imán sólo para que explicara qué motivos religiosos le impedían ser entrevistado por una mujer.

Houzi señaló que lo hacía "por respeto al Ramadán" y "para evitar cualquier provocación". Y "si no estuviéramos en el Ramadán, ¿le hubiera podido entrevistar una mujer?", le preguntó el periodista. "Depende del estado de cómo somos [sic]", balbuceó ante la cámara.

Los periodistas de Lleida han elevado el caso a la junta de gobierno del Colegio de Periodistas de Catalunya y el concejal de Derechos Civiles, Cooperación e Inmigración del Ayuntamiento de Lleida, Xavier Aluja, calificó de "intolerable" la conducta del imán. "Estamos en una democracia y hemos conseguido unos derechos y unos valores que están por encima de la libertad cultural y religiosa", manifestó Aluja.

Ante el revuelo provocado, Houzi creyó conveniente dar su versión y pedir disculpas a cuantas personas hubieran podido sentirse ofendidas. "No lo hice con el ánimo de discriminar a las mujeres", afirmaba en un comunicado enviado a La Manyana TV cinco días después del incidente. "Otras mujeres periodistas me han entrevistado y nunca me he negado a responder a las preguntas. De hecho, con esta periodista estuve conversando antes de la entrevista mostrándome absolutamente respetuoso con su trabajo, hasta que ella comenzó a maquillarse". El imán sostiene que todo ha sido un mal entendido. El Ramadán, el mes sagrado para los musulmanes, es para el colectivo mucho más que no poder comer, beber y mantener relaciones sexuales durante el día.

Houzi aduce que en este tiempo se debe "intentar evitar cualquier situación o imagen que pueda estropear" el "ayuno físico y espiritual". En este sentido, considera que la imagen de un imán "junto a una mujer maquillada", como entiende que exige su trabajo de presentadora de televisión, "choca con el respeto con el que debo seguir los preceptos del Ramadán". La carta finaliza diciendo que esta misma regla es de aplicación para las mujeres musulmanas. "También deben evitar situaciones similares a la que yo me encontré, es decir, no estar junto a un hombre acicalado de más".

Seis años en Lleida

"Ella también me tenía que haber respetado, pero no lo hizo al presentarse ante mí maquillada. Por eso me sentí provocado", señala este imán nacido hace 41 años en Marruecos y que desde hace unos seis ejerce de líder espiritual de los musulmanes de Lleida. En todo este tiempo, según algunas asociaciones, Houzi no ha hecho vida social ni promovido acciones para la integración del colectivo musulmán en la sociedad leridana.

La negativa a ser entrevistado por una periodista maquillada no constituye un episodio aislado, según Guadalupe Delgado, ex presidenta de la comunidad de propietarios del inmueble donde se ubica la mezquita, que define a Houzi como una persona intolerante. Marta Roigé, presidenta de la Asociación de Vecinos de la Avinguda del Segre, afirma que Houzi representa la corriente más radical y fanática del islam. "Yo denuncié el trato discriminatorio de este hombre cuando se negó a recibirme como dirigente vecinal. Dijo que no quería saber nada de la asociación porque su presidenta es una mujer". Delgado y Roigé explican que tuvieron que poner en conocimiento de la asistente social del ayuntamiento que los hijos de Houzi no estaban escolarizados y se pasaban el día en el balcón.

Desde que la Asociación de Unión y Cooperación Islámica de Lleida alquiló los bajos de un edificio en la calle del Nord para ubicar la mezquita, la convivencia entre la comunidad musulmana y los vecinos ha sido conflictiva. Éstos se quejan de las molestias que les ocasionan las aglomeraciones de personas y coches.

Los vecinos presentaron un recurso contencioso-administrativo contra el Ayuntamiento por autorizar la apertura del lugar de oración en un local que, a su juicio, no reúne las mínimas condiciones de seguridad e higiene. Los técnicos municipales elaboraron un informe desfavorable por falta de ventilación, de medidas contra incendios y de salidas de emergencia, pero el juez falló que todo era legal. Houzi solicitó al Ayuntamiento un solar para construir una nueva mezquita, ya que los viernes y días festivos llegan a reunirse en el almacén de la calle del Nord más de 500 personas, una cifra que supera el aforo del local. El consistorio se comprometió a tener los terrenos a finales de junio, pero aún no los ha encontrado.