La ola de Mundaka, víctima de un dragado, volverá en un año

Mundaka recuperará su ola dentro de un año. Ésa es, al menos, la previsión del departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco, que ha determinado las causas de la desaparición, desde 2003, del principal reclamo turístico del municipio vizcaíno, lo que obligó a suspender el Campeonato del Mundo de surf del presente año. "Era más sensato pararlo este año y esperar a que la ola vuelva a la normalidad en 2006", afirma el presidente de la Asociación de Profesionales del Surf (ASP), Wayne Bartholomew.

Fue un gran vertido de arena a la cercana playa de Laida, procedente del último dragado en la ría de Urdaibai, el que provocó el cambio del cauce del estuario, según un informe científico de la Universidad del País Vasco. El estudio concluye que el desencadenante de la desaparición de la ola izquierda más conocida del mundo, que empezó a notarse hace dos años, fue el último dragado realizado por la empresa Astilleros de Murueta, que necesita calado en la ría para sacar a flote los barcos que construye. La draga se realizó en 2003 y fue la mayor en los últimos 30 años: 287.000 metros cúbicos de arena y fango, el 85% de ellos depositados en la playa de Laida. Las tres extracciones de arena anteriores, acometidas en 1992, 1995 y 1998, habían rondado los 50.000 metros cúbicos, casi seis veces menos. El principal factor de la desaparicion de la ola fue el depósito de esa gran cantidad de arena en Laida, ya que taponó el canal natural de la ría e hizo que se formara un nuevo cauce pegado a la playa.

Alejando Cearreta, responsable del informe, consideró "evidente" que el gran dragado realizado fue un factor fundamental, aunque dijo que sólo era una "hipótesis" afirmar que con una extracción similar a las de los años anteriores la ola no habría resultado afectada. El viceconsejero de Medio Ambiente, Ibon Galarraga, comentó que es "difícil saber" cuándo se recuperará totalmente la ola, aunque auguró que será el próximo otoño.

Las alarmas saltaron públicamente en la primavera pasada y la preocupación de estos últimos meses ha sido evidente, especialmente en el sector hostelero, con cuatro hoteles para un municipio de 1.800 habitantes, cuando en el cercano municipio de Bermeo, nueve veces mayor, persiste un único hotel.