_
_
_
_

Los retrasos técnicos en el AVE de Lleida preocupan al empresariado

El aumento de pernoctaciones y congresos es el signo más positivo

La llegada del tren de alta velocidad a Lleida no ha tenido el impacto económico esperado. Dos años después de iniciarse la explotación comercial de la línea entre Madrid y Lleida, representantes del comercio y el sector inmobiliario de Lleida aseguran que el volumen de ventas no ha aumentado al ritmo previsto. Los expertos creen que es pronto para apreciar el impacto. Con todo, han crecido las pernoctaciones y el número de congresos.

Los agentes económicos de Lleida mantienen la esperanza de que el verdadero despegue se produzca cuando el tren conecte con Tarragona, en 2006, y con Barcelona, en 2007, según las previsiones del Ministerio de Fomento.

El AVE, sin tener las prestaciones anunciadas por el anterior Gobierno del PP, ha significado una mejora sustancial de las comunicaciones entre la capital leridana y Madrid. Renfe ha ganado viajeros en este corredor, ha incrementado el número de convoyes en ambos sentidos, y el tiempo de viaje se ha reducido en casi dos horas. Y esto ha sido así a pesar de que los trenes aún no pueden superar los 200 kilómetros por hora a causa de problemas técnicos en el sistema de señalización y seguridad, cuando la línea fue diseñada para que pudieran circular a 350 kilómetros por hora. La limitación de la velocidad y el alto precio del billete son las principales críticas de los usuarios, que se sienten engañados.

Fomento no quiere concretar en qué fecha los trenes alcanzarán, por fin, los 250 kilómetros por hora, algo que estaba previsto para finales del pasado mes de septiembre. El ente Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) asegura que la vía ya está preparada para aumentar progresivamente la velocidad. Las deficiencias detectadas por la auditoría encargada por Fomento se han resuelto, y los viajes de prueba realizados por dos trenes entre julio y octubre pasados han resultado satisfactorios. Ahora, el problema es que el consorcio Talgo-Bombardier aún no tiene equipados los trenes con la nueva tecnología de señalización y seguridad. Renfe no descarta aplicarle una penalización por incumplimiento de contrato.

Si la llegada del AVE a Lleida estuvo precedida de continuas polémicas institucionales, la situación no ha cambiado mucho dos años después de su primer viaje comercial. Los presidentes de la Diputación Provincial y de la Cámara de Comercio, los convergentes Isidre Gavín y Joan Simó, respectivamente, han denunciado por activa y por pasiva que las condiciones en las que ha llegado el tren hacen que la ciudad pierda muchas oportunidades comerciales y turísticas. Gavín entiende que con el Gobierno socialista no ha mejorado la situación y añade que los leridanos sufren un agravio comparativo frente a los usuarios del resto de España, especialmente los de la línea Madrid-Sevilla.

El alcalde de Lleida, el socialista Àngel Ros, trata de buscar el lado más positivo y destaca que el AVE ha tenido un impacto favorable sobre la actividad económica a pesar de que la velocidad de los trenes no es la prometida. "Para nosotros, estar en el mapa de la alta velocidad ha sido muy importante, ya que nos ha permitido aumentar el número de congresos de 120 a 160 y el de pernoctaciones hoteleras el 28%. Además varias empresas filiales del sector tecnológico y de la telefonía se han implantado en la ciudad en el último año y han creado 1.000 nuevos puestos de trabajo", apunta.

No obstante, el alcalde lamenta el retraso en las obras de urbanización del entorno de la estación. Ros reclama a Adif una mayor agilidad en la ejecución del plan especial de la estación, del que de momento sólo se han licitado las obras de cubrimiento de las vías en el tramo urbano. Las otras inversiones asociadas a la llegada del AVE, cifradas en 12 millones de euros, tampoco han llegado. Ni un solo euro de las plusvalías obtenidas por Renfe con la recalificación de terrenos ha revertido en la ciudad. Entre otras actuaciones, está pendiente también la construcción de un nuevo puente sobre el río Segre.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_