Picassent acoge desde el viernes el primer festival de cine en valenciano

Picassent acoge desde el viernes Inquiet, el primer festival de cine en valenciano, en el que a lo largo de nueve días se proyectarán 45 productos audiovisuales. 10 largometrajes y 10 cortos competirán en la sección oficial por el Trofeu Inquiet, dotado con 3.000 euros. 20 instituciones públicas y empresas colaboran con el festival, que intenta promover la creación cinematográfica en la lengua autóctona.

"Se puede pensar que el cine en valenciano es menor, pero cuando se mira las películas de la sección oficial se comprueba que hay mucha calidad", decía ayer Francesc Felipe, director del certamen. Inquiet nace con cuatro apartados y en esta primera edición, en la sección oficial, compiten por el mismo premio películas, telefilmes y documentales, rodados entre 2004 y 2005. Entre ellos: Aquitania, de Rafa Montesinos; Síndrome laboral, de Sigfrid Monleón y Del roig al blau, de Llorenç Soler.

La iniciativa surgió del Ayuntamiento de Picassent, pero el modelo está pensado para durar más allá de las contingencias políticas. El presupuesto es de 60.000 euros. Una tercera parte la aporta el Consistorio; otra, la Generalitat Catalana, y el resto, 18 instituciones públicas y empresas, encabezadas por la Universitat de València y la Universidad Politécnica de Valencia, y entre las que está la Acadèmia Valenciana de la Llengua y el Institut Valencià de Cinematografia Ricardo Muñoz Suay, la Filmoteca.

Inquiet trata de promover el cine creado en valenciano, en cualquiera de sus variedades lingüísticas, pero está también abierto a las películas rodadas en otras lenguas y traducidas posteriormente. Un campo en el que vienen trabajando los servicios de normalización lingüística de las dos universidades públicas de Valencia.

Los 10 largometrajes de la sección oficial se proyectarán de viernes a domingo, en la casa de la Cultura de la población de L'Horta, hasta el día 22 de octubre.

El segundo apartado es Inquieta, sección en la que compiten los cortometrajes rodados en valenciano por grupos de escolares y por talleres audiovisuales universitarios. Se presentaron 35 obras y se han seleccionado 23. Su procedencia se reparte casi a partes iguales entre estudiantes valencianos, catalanes y baleares. Los cortos, de menos de 15 minutos, optarán a tres premios: de 800, 600 y 400 euros respectivamente, entregados por la Fundació Sambori.

La sección Mostra rinde homenaje, por un lado, al trabajo desarrollado por el canal Punt 2, de Radio Televisió Valenciana, en el campo de la programación y doblaje de películas en valenciano y la consecuente labor de normalización de estos productos audiovisuales. Por el otro, proyectará dos películas: El fava de Ramonet, la primera cinta rodada en valenciano por Joan Andreu, en 1933 -"un ejemplo de que ya durante la II República se hacía cine en nuestra lengua", señala Francesc Felipe- y La Tarara del Chapao.

El fava de Ramonet es un sainete con un mensaje a favor de la no violencia del que, según los organizadores de Inquiet, todavía puede extraerse "una lección audiovisual plenamente vigente". La tarara del Chapao, filmada en 1998 por Enrique Navarro, narra la historia de una obra de teatro basada, a su vez, en las historias del barrio de La Coma, en Paterna, el mayor gueto del área metropolitana de Valencia.

El ganador de la sección oficial recibirá el Trofeu Inquiet, una escultura de 1,3 kilogramos de hierro cuya forma recuerda a la letra i mayúscula. Diseñada por Cèsar Amiguet y realizada por Helma Vanrens, la escultura está inspirada, según los autores, en las vías de un tranvía, o de un tren, una imagen presente en la historia del cine desde la filmación que los hermanos Lumière hicieron en 1885.

El certamen se realiza en Picassent por el interés de su equipo de gobierno y también, añade su director, "porque es un pueblo valencianoparlante". "No es lo mismo exhibir cine en valenciano allí, o en Alcoi, que hacerlo en la ciudad de Valencia", concluye Felipe.

La primera edición del festival está dedicada al cantautor Ovidi Montllor, "con respeto, admiración y añoranza".