Los desastres del metro
Me parece vergonzoso que tengamos que aguantar que el metro de Madrid, a pesar de volar en los anuncios televisivos, siga en la cruda realidad teniendo unos retrasos de órdago en líneas como la 5 y la 6, las cuales, por suerte o más bien por desgracia, me veo obligada a coger diariamente, sufriendo además un calor insoportable durante cualquier mes del año tanto en andenes como en vagones, y sin hablar de los cortes de líneas, las supresiones de estaciones y de entradas, las escaleras mecánicas que no funcionan día sí y día también, etcétera.
Hoy, por enésima vez, no he podido picar mi billete Metrobús en Puerta de Arganda debido a que las máquinas, cuatro en todo el andén, no funcionaban. Unas paradas más tarde me han pedido el billete y cuál ha sido mi sorpresa cuando me dicen que me multan por no llevarlo picado en lugar de hacerlo ellos mismos.
¿Qué debo hacer la próxima vez? ¿Quedarme delante de las máquinas hasta que las arreglen para no viajar sin billete válido como me han dicho?
No puedo creer todo lo que estamos soportando en Madrid los usuarios del "metro que vuela" y que nos da un servicio del todo deficiente y a un precio desorbitado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.