Casillas: "Yo no he vuelto; siempre he estado aquí"
La afición española presente en Bruselas no paró de cantar el nombre de Iker Casillas. Lo ovacionaron desde que vieron que un remate de Buffel iba camino de tumbar a su selección antes del minuto 15. Fue durante el huracán de Bélgica, en el arranque del partido, cuando Casillas se agrandó en una de sus noches eléctricas. La historia se repite. Y la historia de Casillas es la de ofrecer una respuesta en situaciones de emergencia. Ayer estuvo en su papel y posiblemente cambió el partido.
La selección española se dejó llevar por los nervios y no pudo contener al equipo local en los primeros minutos. Entonces Buffel, el diez belga, arrancó desde el medio campo y trazó una diagonal hasta el área española. Remató, la pelota salió rechazada por la defensa, y le volvió a la bota. Buffel no desaprovechó la oportunidad y afinó a la escuadra. Pero estaba Casillas, tres metros adelantado, para leer la intención y dar un paso salvador. Saltó, estiró el guante, y sacó la pelota de su trayectoria. Después de la mala salida que lo implicó en el gol del empate de Serbia en el Calderón, hace tres semanas, la situación le exigía una respuesta eficaz. Tal vez por eso salió del campo con una sonrisa gigante. "¡Confiad en mí!", bromeaba; "yo no he vuelto; siempre he estado aquí".
"Terminar con la portería a cero siempre me hace sentir contento", comentó el portero, que poco después se reunió con Torres en el autobús de la selección. El goleador hizo cuentas favorables en la SER: "Vamos a ver si ahora Bosnia nos echa un cable y podemos ser primeros. Bosnia se juega el segundo puesto: tiene que ir a ganar a Belgrado. Y Serbia juega con la presión de saber que si pierde se queda fuera del Mundial".
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