La dirección del PP abre el proceso para suceder a Fraga y promete neutralidad

Mariano Rajoy se puso ayer al frente del PP gallego para dar por iniciado el proceso para suceder al presidente regional de la formación, Manuel Fraga. Rajoy presidió en Santiago la Junta Directiva Regional del partido en la que se confirmó la convocatoria de un congreso extraordinario para los días 14 y 15 de enero en el que se elegirá al sustituto del que fue durante 15 años presidente de la Xunta. Horas después, el ex vicepresidente del Gobierno gallego Xosé Manuel Barreiro se postulaba oficialmente como candidato con la aspiración de aglutinar el voto del sector rural.

Rajoy no dejó dudas sobre quién pilotará el complicado proceso para buscar un sustituto a Fraga en el PP gallego. El presidente nacional del partido dirigió personalmente la reunión de la Junta Directiva Regional y sometió a votación las reglas del congreso, que resultaron aprobadas por unanimidad.

Luego compareció ante la prensa, escoltado por el propio Fraga y por el secretario regional, Xesús Palmou, quienes asistieron en silencio a la intervención de Rajoy. Pero el presidente del PP, que se había extendido en una larga intervención sobre el Estatuto de Cataluña, dio por concluida su comparecencia ante la prensa en cuando asomaron las preguntas sobre el proceso que se abre en Galicia.

Y al ser interpelado sobre si apoyará a algunos de los candidatos, Rajoy dio a entender que se mantendrá neutral. "Yo soy un liberal", adujo. También Fraga, en sus palabras ante los dirigentes del partido, había insistido en que nadie debe esperar de él que muestre sus preferencias entre los candidatos a sucederle. Según asistentes a la reunión, Fraga avisó: "Sólo Dios y yo sabremos cuál es mi voto".

El favorito de Rajoy

Entre los dirigentes del PP gallego se da por hecho que el favorito de Rajoy es el ex vicepresidente primero de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. Éste ya cuenta con el respaldo explícito de la dirección del PP en A Coruña, dominada por el sector afín a la cúpula nacional del partido, los llamados del birrete, enfrentados a los que se conocen como de la boina, la facción rural y regionalista. Núñez Feijoo no se ha postulado oficialmente y tampoco lo hizo ayer pese a la insistencia de los periodistas.

Poco después de que se convocara el congreso, se hizo pública otra candidatura ya esperada, la de Xosé Manuel Barreiro, ex vicepresidente segundo de la Xunta. Barreiro es presidente del partido en Lugo, a cuya dirección provincial reunió para anunciarle sus intenciones antes de comunicarlas a la prensa.

El PP de Lugo se ha encuadrado tradicionalmente en el sector ruralista, en el que Barreiro cuenta con sus principales apoyos, aunque ayer insistiera en presentarse como candidato de consenso. El ex vicepresidente de la Xunta se definió como "galleguista, centrista y liberal" e hizo un juego de palabras para enfatizar su mensaje de integración: "En esta fuerza política todos somos necesarios. Los que fuimos calificados de la boina, los que son calificados del birrete y los que nos autocalificamos del boirrete".

Barreiro es el segundo candidato que se postula tras el ex consejero de Pesca de la Xunta, Enrique López Veiga, el primero en anunciar sus intenciones y el más encarnizado adversario del sector rural.

Integrar varias listas

Fraga ha conjugado en las últimas semanas sus promesas de neutralidad con constantes mensajes para que se integren las candidaturas. Pero, de momento, nadie ha secundado sus llamamientos.

Dirigentes del partido consideran muy improbable un acuerdo entre los que se perfilarían como principales aspirantes, Barreiro y Núñez Feijoo.

López Veiga también mantiene sus propósitos de acudir en solitario porque asegura que sólo él encarna un proyecto de renovación drástica y de ruptura total con el sector ruralista.

Las fuentes consultadas, sin embargo, no descartan la posibilidad de un acuerdo entre Barreiro y un cuarto candidato, Xosé Cuiña, el más firme abanderado de las posiciones regionalistas contrarias a Rajoy, quien medita aún sí se sumará a la carrera sucesoria.

Tanto Xosé Cuiña como Xosé Manuel Barreiro, según dirigentes del partido, esperarán a la elección de compromisarios para medir sus fuerzas y estudiar una posible integración de sus candidaturas.