Un virus sin identificar causa la muerte de 16 ancianos en Canadá

El brote de una enfermedad respiratoria provocada por un virus no identificado ha causado la muerte de 16 residentes en una residencia de ancianos de Toronto, según confirmaron ayer las autoridades sanitarias canadienses. Un total de 38 personas permanecen hospitalizadas debido a la enfermedad, muchos de ellos aún en situación grave. Otros 88 residentes, empleados y visitantes han resultado también afectados por el virus que, según los responsables sanitarios, recuerda el brote infeccioso del 2003, cuando murieron 44 personas por el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SRAG) que importó un viajero procedente de China.

El miércoles, las autoridades sanitarias de Toronto informaron de que se habían producido seis nuevas muertes entre los más de 70 residentes de la institución Seven Oaks de Scarborough, un barrio situado en la zona este de la ciudad. Estos fallecimientos se añaden a las muertes de residentes anunciadas el pasado martes y el fin de semana. Además, hay 13 trabajadores de la residencia y cinco visitantes también infectados por el virus que fue detectado el pasado 25 de septiembre.

Las autoridades sanitarias canadienses aseguran que el brote está bajo control, pero temen que el número de muertos aumente en los próximos días y que nunca se sepa qué agente patógeno causó la infección, aunque se desecha que sea del SRAG y la gripe aviar.

Control del brote

El jefe médico de Toronto, David McKeown, se ha esforzado desde la detección del brote en transmitir un mensaje de tranquilidad. Ayer señaló que "las seis nuevas muertes no son nuevos casos" al subrayar que el brote está controlado y que no se ha extendido más allá de la residencia de ancianos Seven Oaks. McKeown atribuyó los nuevos fallecimientos a la delicada situación de los afectados, personas entre los 50 y los 90 años con complicaciones de salud. "Todos estos ancianos habían sido previamente identificados como casos y tenían condiciones médicas subyacentes", añadió.

El ministro de Sanidad de Ontario, George Smitherman, señaló el miércoles que "no son circunstancias nuevas". "Estamos luchando con circunstancias como éstas en el medioambiente institucional", añadió.