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La guerra del agua genera fuerte tensión en el seno de AVE

Francisco Pons, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), afrontó ayer severas recriminaciones de parte de una quincena de grandes empresarios alicantinos ante su actitud conciliadora en torno al debate del agua. Los empresarios alicantinos adscritos al grupo de presión lamentaron el contenido de un artículo de opinión que firmó Francisco Pons y se publicó el pasado 28 de agosto en el que apelaba a la cohesión empresarial y social en torno al debate del agua y asumía que la derogación del trasvase de aguas desde el Ebro hace inviable el trasvase desde el Júcar al Vinalopó desde el embalse de Cortes.

Pons y otros miembros de la cúpula de AVE compartieron mantel en Alicante con varios asociados que rechazaron rotundamente asumir el tono conciliador del artículo y los comentarios en torno a la inviabilidad técnica del trasvase entre el Júcar y el Vinalopó a través del trazado aprobado por el Gobierno anterior y que pretende modificar el Ministerio de Medio Ambiente del actual Gobierno socialista.

Uno de los empresarios que participó en la reunión aseguró que el encuentro fue "muy tenso" y que el intercambio verbal fue "muy sincero". Pons asumió el contenido del artículo a título personal y concedió que su difusión pudo ser inoportuna, según la misma fuente.

Un paso adelante

Un portavoz oficial de AVE admitió que, a pesar de la "disparidad de criterios" en el seno del grupo empresarial en torno al posible cambio de trazado del trasvase entre el Júcar y el Vinalopó, los miembros de la asociación avanzaron "un paso adelante" para garantizar la "unidad empresarial" y "trabajar en conjunto para que el agua llegue a Alicante lo antes posible".

La dimensión emocional que entraña la denominada guerra del agua, que fue auspiciada desde la Generalitat y cuya intensidad política parece reducirse a lo largo de las últimas semanas, también provocó serias diferencias en el seno de la patronal autonómica.

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Rafael Ferrando, presidente de Cierval, acudió personalmente a la manifestación celebrada el pasado 10 de septiembre en Alicante en contra de la modificación del trazado original del trasvase entre el Júcar y el Vinalopó. Su gesto provocó un ruidoso choque con la Asociación de Agricultores Valencianos, federación empresarial mayoritaria en la provincia de Valencia que apoya la modificación del trazado para tomar el agua desde el Azud de la Marquesa, cerca de la desembocadura del Júcar, para garantizar el futuro de los acuíferos de la comarca de La Ribera y el aporte de caudales suficientes al lago de la Albufera.

Ferrando convocó una mesa técnica en el seno de Cierval para intentar aunar posturas, que concluyó que la solución al problema pasaba por construir el trasvase con dos tomas, una desde Cortes y otra desde Cullera.

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