El Mercat de les Flors será un gran centro de referencia de la danza de ámbito español

La transformación del Mercat de les Flors de Barcelona en un gran centro de las "artes del movimiento" se reveló ayer como una operación de altos vuelos para potenciar la danza en Barcelona, Cataluña y toda España. El pas de deux, por usar la terminología dancística, emprendido por la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona a fin de impulsar el Mercat se ha convertido en un paso a tres al incorporarse decisivamente al proyecto el Ministerio de Cultura, lo que lo dota de una dimensión estatal. El centro entrará en funcionamiento pleno en 2007.

El centro, para cuya creación no está previsto acometer obras en el Mercat, aspira a ser una formidable plataforma de la danza en España, un espacio de referencia que consolide el sector y contribuya a paliar sus insuficiencias y a proyectarlo internacionalmente. No sólo se ocupará de la danza, pues se pretende que esté abierto a muchas otras manifestaciones fronterizas, y de ahí el concepto de "artes del movimiento".

El acuerdo para el nuevo centro, en el que participarán en igual medida las administraciones implicadas, se presentó ayer por todo lo alto con la presencia del alcalde de la ciudad, Joan Clos; la consejera de Cultura, Caterina Mieras; el concejal de Cultura, Ferran Mascarell, y el subdirector del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Antonio Garde. En el acto fue presentado oficialmente el director del centro, Cesc Casadesús.

Casadesús, vinculado al mundo de la danza y también al de la gestión cultural, esbozó las líneas del proyecto del nuevo centro, cuya formulación jurídica, organigrama y presupuestos están aún pendientes de concreción.

El aumento del público de danza es uno de los objetivos primordiales y requiere, dijo, la colaboración con otros sectores de la cultura y la creación. En este sentido, señaló Casadesús, el centro será "poroso, transparente y flexible". Y no será sólo un ámbito de exhibición y producción, sino que aspira a convertirse en un verdadero "motor" y "pal de paller" de las artes del movimiento que potenciará el debate, el intercambio y la colaboración interdisciplinar. Además tendrá compañías residentes y no se descarta que puedan serlo compañías internacionales.

Quiere ser también "un espacio de distribución" que sirva para fortalecer redes más allá de las fronteras españolas y difundir el trabajo de las compañías". Casadesús fue muy expresivo al recalcar lo fundamental de "conocer las necesidades reales de la gente que se deja el sudor en las aulas".

El alcalde subrayó la importancia de contar con "un centro de referencia estatal" en el campo de la danza y lo comparó con el traslado a Barcelona de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. Clos señaló que el nuevo centro significa continuar con el liderazgo barcelonés en el mundo de la danza, una actividad que precisa una masa crítica, dijo, que "aquí tenemos y debemos hacer crecer".

Clos sorprendió ayer al vincular la creación del nuevo centro en el Mercat con la Ciudad del Teatro "que se está construyendo", un viejo proyecto que muchos daban ya por enterrado y que trataba de unir los vecinos Teatre Lliure, Institut del Teatre y Mercat de les Flors.

La consejera Mieras consideró que, por el anuncio del nuevo centro, ayer fue un "día feliz" para el mundo de la danza y dijo que su creación no ha sido fácil pues "había otras ciudades candidatas". Y añadió: "Hemos seducido al ministerio porque Barcelona es la capital de la danza de España y referente internacional". Mieras situó el nuevo centro y su "proyecto ganador" en el marco de "la mutua confianza que ha llevado a acuerdos en el Liceo y el Museo Nacional de Arte de Cataluña".

Mascarell situó históricamente el proyecto del nuevo centro en la trayectoria del Mercat, inaugurado en 1985 por Peter Brook, y lo consideró a la vez el cierre de una etapa, el encaje del equipamiento en una nueva realidad y la reafirmación de un espíritu creativo de la ciudad.

El centro significa la desaparición del L'Espai, que cerrará hacia la primavera del año que viene. La Generalitat, que lo gestiona, traspasará al nuevo centro su dotación, de 1,2 millones de euros.