Alerta máxima en México por la llegada del huracán Stan

Las autoridades de los Estados de Veracruz, Tabasco y Tamaulipas, en el golfo de México, han declarado el estado de máxima alerta y han llamado a la población a refugiarse en los centros de acogida ante la inminente llegada de la tormenta tropical Stan, convertida en huracán de fuerza 1, según la escala Saffir-Simpson. A su paso por Centroamérica, el Stan ya ha dejado 40 muertos y más de 17.000 damnificados.

Las actividades escolares están suspendidas en 31 municipios de la costa veracruzana, en los que se han preparado 2.000 albergues para alojar a los afectados. Unos 9.000 efectivos de la Marina mexicana han sido movilizados.

Los vientos alcanzan los 120 kilómetros por hora, con rachas más intensas, según informó el Centro Nacional de Huracanes estadounidense, con sede en Miami. Según las primeras evaluaciones, la tormenta tropical se combinará con un frente frío, provocará daños severos en el norte de Veracruz y afectará a unos 170 municipios, 800.000 personas y 21.000 viviendas.

En territorio mexicano las lluvias torrenciales provocaron inundaciones en Yucatán y Campeche, la evacuación preventiva de 1.000 personas y el cierre de escuelas en Chiapas. En Tabasco, la amenaza de intensas lluvias mantiene en alerta a las autoridades y los organismos de Protección Civil. En la costa occidental, concretamente en la Baja California Sur, se mantiene el estado de alerta por la presencia del ciclón tropical Otis.

El Salvador y Guatemala se han llevado la peor parte de los efectos de la tormenta Stan, cuyos coletazos en forma de lluvias torrenciales se dejarán sentir 48 o 72 horas más, según los expertos. En el primer país, la naturaleza se ha conjurado en contra con la erupción, el sábado pasado, del volcán Ilamatepec, en Santa Ana, lo que obligó a evacuar a varios miles de personas de las faldas de la montaña. Los muertos por los dos desastres naturales son 25 y los desalojados superan los 12.000, instalados en 104 albergues provisionales. Según los vulcanólogos, la actividad del Ilamatepec sigue anómala, acompañada de movimientos sísmicos de pequeña magnitud, por lo que no descartan una nueva erupción como la del sábado pasado.

En Guatemala han muerto cinco personas en una comunidad del departamento de Quetzaltenango y en una aldea en Jalapa (oriente), y otras miles se han visto afectadas por las intensas lluvias.

En Honduras ha habido cientos de evacuaciones. Los afectados han sido albergados en centros comunales, iglesias y escuelas. Hasta el momento se han registrado cuatro muertos, tres de los cuales eran menores de edad. Las primeras dos víctimas, de nueve y seis años, murieron soterradas en el Departamento de Lempira.

En Nicaragua, seis personas murieron cerca del golfo de Fonseca, en el océano Pacífico, según informó Defensa Civil de ese país.