Tragedia en el lago tranquilo

El fin de semana terminó en tragedia en un lago en el Estado de Nueva York por la muerte de 20 de los 48 pensionistas que viajaban en una pequeña embarcación turística que naufragó. Todo pasó tan rápidamente que las víctimas no tuvieron tiempo para ponerse los chalecos salvavidas. Al parecer, el Ethan Allen, como se llamaba el pequeño crucero, volcó como consecuencia de las olas provocadas por otro barco más potente a su paso.

El lago George es un destino turístico muy popular entre los estadounidenses. Está situado en las montañas Adirondack, al norte del Estado de Nueva York, a menos de 80 kilómetros de la capital, Albany. Sus aguas son tranquilas y el fin de semana, el primero del otoño, se presentaba perfecto para salir a navegar, con un cielo claro y con una temperatura próxima a los 25 grados centígrados.

El Ethan Allen, una embarcación de 12 metros de eslora, transportaba a un grupo de pensionistas llegados de la localidad de Trenton, en Michigan, para ver el cambio de hoja. Según explicó el sheriff Larry Cleveland, un barco recreativo de gran potencia que pasó junto al pequeño crucero provocó grandes olas que lo hicieron volcar. En apenas 30 segundos la embarcación se hundió y a los 10 minutos tocó fondo en el lago. Las víctimas del accidente no pudieron reaccionar por su avanzada edad. Algunos necesitaban sillas de ruedas para poder moverse.

Los hospitales de la zona han recibido los cuerpos sin vida de 20 personas. Otros 27 jubilados fueron trasladados de inmediato a los centros de emergencia con lesiones leves.

El piloto de la embarcación se encuentra entre los supervivientes. El Ethan Allen viajaba al máximo de su capacidad y pasó su última inspección técnica el pasado mes de mayo. Las reglas de navegación en el Estado de Nueva York obligan a los barcos a llevar un chaleco salvavidas por cada tripulante, pero no es obligatorio llevarlos puestos en todo momento.

Los investigadores están entrevistando a los supervivientes para tener una idea más clara de lo sucedido, antes de llegar a conclusiones definitivas. El operador del pequeño crucero, la compañía Shoreline Cruiser, ha evitado hacer comentarios. Entre tanto, los familiares de las víctimas empezaban a llegar ayer a la zona de la tragedia.