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Díaz Alperi sube el IBI un 10% pese a llevar en su programa electoral la contención de los impuestos

El Ayuntamiento de Alicante, en manos del PP, ya no puede mantener en pie una de sus principales banderas electorales: la congelación -o contención, como ahora matiza- impositiva. Ni siquiera se sustenta ya la argucia de que las tasas y los precios públicos -que han subido desde 2001 un 67,89% y van a aumentar más en los próximos meses-, no computan en el apartado de impuestos.

Desde 2001, los impuestos directos, es decir el de Bienes Inmuebles (IBI), Actividades Económicas (IAE) y Vehículos, han subido en Alicante un 5,39% y la presión fiscal real que soporta el ciudadano se ha disparado hasta el 14,47%. Y más que va a subir. Ayer, la concejal de Hacienda, María Teresa Revenga, anunció que el próximo recibo del IBI será un 10% más caro. Como avanzadilla a este incremento de la principal carga impositiva municipal, el gobierno local elevó recientemente, también un 10%, la tasa de basuras.

El tipo de gravamen del IBI va a pasar del 0,67% al 0,737%. Ese incremento reportará unos ingresos al Ayuntamiento de 5,4 millones de euros. El número de viviendas gravadas por este impuesto es de 161.498. La cuota media actual, con el tipo al 0,68% es de 224,96 euros. El próximo recibo dará una cuota media de 247,46 euros.

Revenga justificó la necesidad de subir el IBI por la desaceleración de las altas. "El número de licencias de obra ha caído un 30%, unas 2.000 viviendas menos", dijo.

El gobierno que preside Luis Díaz Alperi sólo cumplió su promesa de mantener congelados los impuestos en 2003. Al margen de ese año, en el que se celebraron elecciones municipales, los tributos municipales han experimentado un crecimiento acumulado desde 2001 del 5,39%.

El máximo incremento se ha produjo en 2004, con un 4,32%. Con los recibos en la mano, el mensaje que pregona repetitivamente el gobierno del Ayuntamiento no cuadra, porque la repercusión impositiva real para el ciudadano, lejos del congelarse, ha aumentado desde 2001 un 14,49%. Este dato, que proviene de la propia Concejalía de Hacienda, es cuestionado por el gobierno local, que insiste en que la presión fiscal ha aumentado en paralelo al IPC y, por tanto, puede mantenerse que, técnicamente, sí es cierto su discurso de congelación tributaria.

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Un estudio elaborado por el Grupo Socialista, en la oposición, basándose en los sucesivos presupuestos municipales de ingresos y gastos, cifra en un 10 % la subida de la presión fiscal en Alicante desde 2001. Según datos municipales, la presión fiscal real aumentó un en 4,6% de 2001 a 2002, disminuyó un 1,53% de 2002 a 2003 (año electoral), y se disparó a un 11,15% entre 2003 y 2004. En 2005 los tributos han crecido el IPC salvo la tasa de basuras, que se amplió un 10% y el Impuesto sobre Construcciones y Obras, que subió un 38,97%. El incremento de las tasas municipales ha sido determinante en la subida de la presión fiscal global.

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