El rey del falsete

Apenas 80 minutos estuvo en el escenario el ex Deep Purple, ex Trapeze y ex Black Sabbath Glenn Hughes, quien tuvo que retirarse del escenario, según manifestó el promotor del concierto, a causa de una indisposición física. Lo cierto es que, hasta ese momento, Hughes había realizado una impecable actuación en la que demostró que sigue siendo el rey del falsete, interpretando como nadie el modo de cantar en agudos que proviene del heavy clásico y que parece que se ha vuelto a poner de moda en plena explosión revivalista.

A su lado, la siempre firme batería del Red Hot Chili Peppers Chad Smith, todo un portento a las maquetas, y un guitarrista estratosférico llamado J. J. Marsh, con talento suficiente como para hacer olvidar a otros socios de Hughes.

Presentaba Hughes su último disco, Soul mover, y el personal que abarrotaba la sala esperaba una de esas sudorosas y extenuantes actuaciones que dejan al seguidor del género bien ahíto. Pero, tras un corto repertorio que coronó con una versión del Rock and roll, de Led Zeppelin, que dejó que el público cantara, Glenn se retiró y no hubo manera de hacer que volviera a salir, para desconsuelo de sus fans. Una lástima para ellos, porque Hughes, hasta el momento de la fuga, lo había hecho más que bien.