Manifestación contra el aeropuerto de Sabadell

Vecinos de Sant Quirze, Badia y Barberà del Vallès se congregaron ayer a mediodía ante las puertas del aeropuerto de Sabadell para pedir el traslado definitivo de las instalaciones. Los concentrados, más de un millar, gritaron consignas como "no más muertos, queremos vivir en paz" y marcharon por el aeropuerto con pancartas en las que se podía leer: "Ni soroll, ni perills. Volem seguretat!".

No es la primera protesta de los vecinos de las tres poblaciones. En esta ocasión, fue el accidente del pasado día 21 en el que murieron los dos ocupantes de una avioneta al estrellarse frente un bloque de pisos de Badia lo que les hizo salir a la calle. Días después del accidente, tras reuniones con responsables de AENA y la Generalitat, los alcaldes de los tres municipios arrancaron algunos compromisos, como el traslado de parte de la actividad al aeropuerto de Ódena, en la Anoia, y al previsto en el Bages.

Pero ayer entre los manifestantes imperaba la incredulidad. Ya antes de leer el manifiesto, la portavoz vecinal quiso dejar claro: "Tras años de engaños y promesas incumplidas, sólo aceptaremos hechos". Los vecinos tampoco tolerarán que las "soluciones se eternicen por culpa de las disputas" entre las instituciones.

La mayoría de los ayer concentrados entienden que hay que convivir con los vuelos de emergencias, los que "van a apagar incendios o a salvar vidas", pero no están dispuestos a "aguantar" a los que vuelan por placer y a las escuelas.

A Maria Rosa el accidente del día 21 la pilló en el ascensor. "Fui a ver a una amiga, salimos al balcón y vimos el avión empotrado. Había gasolina, salía como un vapor". Maria Rosa lleva 28 años en Badia, admite que el aeropuerto estaba antes de que ella se comprara el piso, "pero por aquel entonces había sólo cuatro avionetas". El ruido de los motores de los aviones es constante. Ella y sus amigas están convencidas de que el aeropuerto nunca se va a trasladar: "¿Con el dinero que se han gastado aquí en ampliaciones?, ni en broma", señala. "Hasta ahora sólo han muerto pilotos, ¿pero qué tenemos que esperar, que muera algún niño?" .