El gigante de Valdebebas
Florentino Pérez inaugura la nueva Ciudad Deportiva del Madrid, que ocupa 120 hectáreas
Un gigante crece al noreste de Madrid. Mide 120 hectáreas. Guarda en la tripa once campos de fútbol y un pabellón de baloncesto. Vive sobre 60.000 metros cuadrados de jardines. Y, aunque todavía no ha estrenado más de 37 hectáreas, ya ha consumido 70 millones de euros. Son las cifras mareantes de un proyecto enorme: la nueva Ciudad Deportiva del Real Madrid, situada en Valdebebas, junto al Ifema. Con orgullo indisimulado, Florentino Pérez, presidente del club, inauguró ayer la ciudad del madridismo dos días antes de la asamblea general de socios, que se celebrará en las nuevas instalaciones.
El nuevo Madrid recibe a los visitantes con un inmenso cartel en el que se les da la bienvenida en ocho idiomas. Gasta luces destellantes, potentes altavoces y un maestro de ceremonias famoso, Emilio Butragueño, vicepresidente del club. También mira al pasado con respeto. "Tenemos que ser fieles a lo mejor de nuestra leyenda", dijo Pérez, que rindió homenaje a Santiago Bernabéu, "legendario" dirigente, antes de que la rugosa voz de José Mercé acompañase en un vídeo a las imágenes del primer Madrid triunfal, el de las Copas de Europa ganadas en blanco y negro. "Bernabéu tuvo una idea audaz", dijo Pérez, acompañado por Esperanza Aguirre, la presidenta de la Comunidad de Madrid, y Alberto Ruiz-Gallardón, el alcalde de la capital; "la antigua Ciudad Deportiva nació hace 42 años. Entonces, O'Donnel, Moncloa, Cuatro Caminos..., eran vagas referencias urbanas. Hasta que llegó el Madrid y se instaló en lo que era el kilómetro 7 de la carretera de Irún". Bernabéu puso a La Castellana en el mapa. Ahora, Pérez traslada el corazón del club a Valdebebas, la nueva milla de oro, situada entre el Ifema y el aeropuerto de Barajas. En medio, el club ha obtenido unos 390 millones por la venta de la antigua Ciudad Deportiva. "Hoy, el sueño se materializa. Esto es para 100 años. La antigua Ciudad Deportiva fue un pilar importante para el siglo XX, pero necesitábamos una instalación sobre la que construir el Madrid del siglo XXI". Terminó de hablar el presidente y retumbaron los aplausos de Alfredo Di Stéfano; de los socios e invitados; de los equipos de fútbol; de Boza Maljkovic, Reyes y Bullock, los representantes del equipo de baloncesto... Antes reinó el silencio. Se apagaron las luces. Ronaldo aprovechó para encontrar asiento. Y comenzó la película. "Hace cinco años, Florentino Pérez apostó por el futuro y por una nueva Ciudad Deportiva", tronó la voz del locutor; "hoy, Florentino Pérez presenta la nueva Ciudad Deportiva, diez veces superior a la anterior, con 11 campos de fútbol, 9.000 metros cuadrados de vestuarios, 3.000 de gimnasios, una catedral multimedia... Es la obra de una generación de madridistas". De la generación de Bernabéu a la de Pérez han cambiado muchas cosas. Cuando Bernabéu inauguró la antigua Ciudad Deportiva, en 1963, no hicieron falta 18 autobuses para trasladar a los invitados. Tampoco hubo que habilitar una carpa de 2.500 metros cuadrados para que 1.598 invitados, cuidadosamente divididos entre miembros de la prensa, socios y vips, vieran la presentación. Nadie consideró necesario que los organizadores trabajasen a los gritos de "¡rápido!, ¡todo el mundo listo, ya!". No asistieron periodistas japoneses. Ni jugadores galácticos
El presidente del Madrid cree que su audaz idea tendrá consecuencias históricas para el club
Todo eso, sin embargo, fue parte fundamental de la inauguración de la Ciudad Real Madrid, conquistada por las excavadoras y con los obreros trabajando. Los suelos de las instalaciones aún tienen manchas de pintura. De las taquillas de los jugadores, todas con cerrojo, todavía cuelga la llave. Hay decenas de habitaciones, un gran gimnasio y salas de hidroterapia. Nada es gratuito: entrenadores, médicos y jugadores han sido consultados para que todo se amolde a sus necesidades. Hasta la forma de T del edificio principal tiene un sentido: "Un benjamín entrará en el primer módulo e irá ascendiendo hasta llegar al vestuario del primer equipo, en la cabeza de la T", a cuyos lados se afanan legiones de jardineros. Valdebebas sigue en obras. Pero el gigante ya ha despertado: el Castilla estrena hoy las instalaciones contra el Valladolid.
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