Millones de personas paralizan India con una huelga general
Protesta masiva contra la política económica de reformas del Gobierno de centro izquierda
Varias regiones de India quedaron ayer paralizadas, así como parte del sistema de transporte aéreo del país, a causa de una huelga convocada por los sindicatos en protesta por la política económica del Gobierno. Unos 10 millones de trabajadores participaron en la protesta, convocada por siete sindicatos nacionales, que ha afectado a la actividad industrial y comercial a lo largo y ancho de India pese a tener un seguimiento muy desigual.
El paro, que ha afectado sobre todo a los servicios aéreos y bancarios, fue convocado en protesta contra la política económica del Gobierno, que incluye la privatización de empresas públicas rentables, la apertura de los mercados al capital extranjero y la flexibilización de la legislación laboral. Se trata de la primera huelga general contra la coalición de centroizquierda del Gobierno del primer ministro Manmohan Singh, del Partido del Congreso, desde la victoria electoral de mayo del año pasado.
Durante la jornada, cientos de personas han ondeado banderas rojas en multitud de manifestaciones celebradas frente a los bancos y aeropuertos del país, en las que no se han registrado incidentes. El secretario general del Centro de Sindicatos indios, M. K. Pandhe, afirmó que "esto es una advertencia al Gobierno" pues, si "no revisa sus políticas, tendremos que llevar a cabo acciones mayores y podríamos convocar huelgas más largas".
El Sindicato Conjunto de Empleados de Aeropuertos convocó el paro en protesta por los planes del Gobierno de privatizar los aeropuertos de Nueva Delhi y Mumbai (Bombay). Según esa organización, la huelga fue secundada por 30.000 empleados y causó cancelaciones y retrasos de muchos vuelos. "La huelga ha sido un éxito absoluto", dijo Nitin Jadhav, secretario adjunto de ese sindicato, que explicó que no había sido convocada "para luchar por nuestros intereses, sino para destacar los efectos negativos de la privatización de los aeropuertos". Según explicó el secretario general del sindicato, M. K. Doshal, "en Nueva Delhi cada hora hay unos 50 aterrizajes y despegues, pero desde el comienzo de la huelga sólo ha habido dos o tres por hora".
La noche del miércoles, este sindicato decidió disminuir la duración del paro de 24 a 12 horas, para evitar un posible caos y provocar menos incomodidades a los viajeros. Unos 3.000 militares fueron desplegados en los principales aeropuertos de India para garantizar la seguridad e impedir que hubiera incidentes violentos.
Los Estados más afectados por la huelga fueron el de Bengala Occidental, en el este del país; y el de Kerala, en el sur, ambos gobernados por el Partido Comunista. El aeropuerto de Kolkata (Calcuta), la capital de Bengala Occidental, estuvo inactivo, mientras la región permaneció paralizada, no se registró apenas tráfico rodado ni ferroviario y las tiendas, negocios, oficinas, colegios y universidades estuvieron cerrados. Lo mismo ocurrió en el turístico Estado de Kerala, donde no funcionaron los autobuses y las actividades empresariales e industriales estuvieron paradas, según la agencia india PTI.
La huelga también tuvo un amplio seguimiento en el Estado de Assam, noreste del país, un lugar que permaneció prácticamente incomunicado por aire. En el área industrial de Gurgaon, muy cerca de Nueva Delhi, el 85% de las fábricas cerraron sus puertas.
También los sindicatos bancario y de seguros convocaron un paro de 24 horas en protesta contra la privatización de los bancos estatales, que fue seguido por un millón de trabajadores. El ministro de Finanzas, P. Chidambaram, aseguró que las pérdidas provocadas por la huelga en los bancos fueron "marginales".
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