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Reportaje:

La imagen como vía de escape

El Museo de Navarra rescata el trabajo del fotógrafo Pedro Irurzun, que compensó la posguerra con 'glamour'

El Museo de Navarra ha rescatado la memoria del fotógrafo pamplonés Pedro María Irurzun (1902-1958), maestro del retrato y dotado de un perfeccionismo técnico que le llevó a exponer en galerías de todo el mundo. Una extensa selección de su obra, donada al museo por su viuda, la también fotógrafa Lydia Anoz, se exhibe hasta el mes de noviembre en las salas de la pinacoteca de Pamplona.

Inmerso en una dura posguerra, Pedro María Irurzun creó un mundo visual ajeno a ella y recompuso la realidad partiendo de su lado más armónico y hermoso, buscando, como muchos de su generación, una válvula de escape a través del arte.

Irurzun fue un precoz fotógrafo y políglota que recibió clases en el estudio del pintor Javier Ciga, pero su vida dio un giro radical en 1936. Su conocida ideología nacionalista motivó su encarcelamiento durante meses. Ya no volvió a ser el mismo artista jovial y extrovertido. No obstante, la guerra no truncó su carrera, centrada en una fotografía preciosista, en la intimidad de las composiciones de estudio, la interpretación psicológica de los modelos de retrato e incluso en los reportajes propios del reporterismo periodístico, en este último caso a través del manejo de una pequeña cámara Leica.

Sus imágenes figuran desde 1944 en 'The American annual of Photography'

Celia Martín, comisaria de la exposición que exhibe un centenar de fotografías de Irurzun, destaca en ellas la búsqueda de un "disfrute estético, la pura creación de imágenes bellas, sin alusiones a elementos ajenos a la fotografía en sí misma". Unas composiciones no exentas de toques surrealistas, donde la técnica y la luz son componentes esenciales.

Irurzun se hizo socio de la Sociedad Fotográfica de Guipúzcoa el mismo año de su constitución, 1947, y a través de ella se inició como salonista en Lisboa, una faceta que cultivó hasta su temprana muerte y que le permitió mostrar sus trabajos en Estados Unidos, Italia, Brasil, Méjico, Portugal, Suráfrica, Holanda, Canadá o Gran Bretaña. Desde 1944 sus fotografías se incluyen en el prestigioso anuario de fotografía artística The American annual of Photography. Posteriormente, en 1955, fue cofundador de la Agrupación Fotográfica de Navarra.

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Por su estudio pasaron los más importantes personajes navarros de la época y, sobre todo, muchas modelos femeninas con las que el artista recreó su gusto por el estilo glamuroso de los años cuarenta y cincuenta, influido por el cine de Hollywood y las revistas de moda. De hecho, Irurzun realizó muchos trabajos publicitarios. La gelatina de plata sobre papel fue su principal método de impresión.

La muestra del Museo de Navarra, que permanecerá abierta hasta noviembre, refleja una riquísima panorámica del entorno social de Irurzun. Junto a imágenes de arrantzales, se incluyen depurados retratos de impecable técnica como el Padre Donostia leyendo (1944), composiciones de estudio de tinte surrealista, retratos de modelos o imágenes costumbristas. También hay referencias pictóricas en composiciones como Manuscrito musical (1950), Espigas y sombrero, Papiroflexia o Fantasía de papel nº 4.

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