Esquerra Unida pide la suspensión del plan Rabassa y apunta a connivencias del PP y el PSPV con Ortiz
El coordinador de Esquerra Unida en Alicante, José Antonio Fernández Cabello, solicitó ayer que el Ayuntamiento suspenda la tramitación del plan de Rabassa y que la ordenación se defina en el marco de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Fernández Cabello acusó al alcalde, el popular Luis Díaz Alperi, de tener guardada en un cajón la revisión del PGOU, porque el proceso de información pública del nuevo planeamiento hubiera impedido la aprobación del plan Rabassa al aplicarse automáticamente la suspensión de licencias y acuerdos de programas urbanísticos.
Según el dirigente de la coalición, en caso de que no tenga "otra vía", EU recurrirá judicialmente para que no se ejecute el proyecto. Fernández Cabello anunció que estudia presentar un recurso contencioso-administrativo porque el procedimiento de redacción y adjudicación de esta actuación urbanística, que contempla la construcción de 15.000 viviendas sobre 4,2 millones de metros, no se ajusta a la normativa europea. Explicó que cualquier proyecto cuyo presupuesto supere los cinco millones de euros (éste tiene 187 millones), debe ser publicado en el Boletín de la Comunidad Europea, "y éste no lo ha hecho". Fernández Cabello expresó sus "sospechas" sobre "connivencias inconfesables entre políticos y poderes económicos" en este caso, es decir entre los dos grupos que han apoyado el proyecto, PP y PSPV, y el constructor Enrique Ortiz.
Alperi dice que los que piden la suspensión del plan no se han molestado en estudiarlo
Para Fernández Cabello, el plan Rabassa se corresponde con el "modelo de destrucción del territorio" que tiene el PP y en este caso el PSPV, al que pidió que "rectifique" y no apoye el plan. Por su parte, la portavoz de EU-L'Entesa, Susana Sánchez, precisó que las alegaciones que su grupo ha presentado al plan parten del rechazo a cualquier proyecto que quede fuera del PGOU y de que las modificaciones que el Ayuntamiento de Alicante ha solicitado a la constructora "mantiene los parámetros básicos", por lo que se trata de "el mismo perro con distinto collar". Sánchez recalcó que el proyecto es "insostenible social, medioambiental y económicamente", que acarreará "desequilibrios" en la ciudad y que "acelerará el proceso de deterioro de los barrios".
El grupo socialista, que apoyó inicialmente el plan con una enmienda para que se abriera un nuevo periodo de alegaciones, aseguró ayer, por boca de su portavoz, Blas Bernal, que el documento de alegaciones de los socialistas es "duro, crítico y tremendamente responsable". Bernal insistió en que el PP tiene mayoría suficiente para aprobarlo en solitario y que gracias a su enmienda se ha abierto una gran reflexión en la ciudad sobre el proyecto. Bernal presentó una alegación-proyecto sobre el parque de las Lagunas de Rabassa como "una magnífica oportunidad para ofrecer un espacio de gran valor ecológico y social que, dentro de un manejo integral del mismo, supondría el proyecto educativo actual más importante de España".
Sobre las alegaciones, el alcalde estimó ayer que entre 20 y 45 días podrían contestarse. "Todas aquellas que sean razonables y que aporten algo creo que deben ser aceptadas", y las que "digan genéricamente que (el plan parcial) es malo, que hay que rechazarlo porque sí o que es inviable, se rechazarán". "Esas generalidades no están basadas en la realidad y el que habla así es porque se ha posicionado contra el plan, no lo ha estudiado y no tienen ningún razonamiento basado en un estudio serio", opinó Díaz Alperi.
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