Los precios del aceite se disparan por los efectos de la falta de lluvias

Los precios del aceite de oliva han experimentado desde el inicio de campaña un incremento superior al 60%, según los datos manejados por la Administración. Frente a unas cotizaciones de partida de 2,25 euros por kilo como media para un tipo de aceite de oliva de calidad media, en las últimas semanas los precios han llegado a los 3,70 euros ante el temor a una producción de aceite a la baja por la sequía.

En este momento, tras las lluvias caídas en algunas zonas olivareras en las últimas semanas, las previsiones más optimistas apuntan a una cosecha de unas 800.000 toneladas, frente a las 984.000 del año pasado y a los 1,41 millones de toneladas en 2003. Esta subida de los precios en origen no se ha repercutido por parte de la totalidad de los industriales en los precios de venta al consumidor, que permanecen casi estabilizados desde antes del verano. La razón de esta situación fue la decisión del grupo Koipe Carbonell de bajar en lugar de subir los precios de su marca líder Carbonell para mantener las ventas, lo que imposibilita que otras segundas marcas puedan vender con unos precios superiores a 3,39 euros.

Esta medida ha propiciado, sin embargo, el aumento de las ventas de aceite con marca blanca a precios más bajos. La demanda interior se espera que baje de 630.000 a unas 600.000 toneladas y que las exportaciones pasen de 630.000 a unas 480.000 toneladas. Ello supone la posibilidad de llegar al final de campaña con un stock total en manos del sector y de los industriales superior a las 250.000 toneladas. Con estas cifras en la mano, no habría razones para que los precios en origen se dispararan.