Las estadísticas no mienten
Me preocupan las opiniones en las cuales se critica a las autoridades cada vez que ponen una normativa para muchas personas, en el sentido de que encierran un afán recaudatorio. No sé si será que los 40 años de dictadura imprimieron en las mentes de una buena parte de la población que la ecuación normativa es igual a fascismo.
Hace una semana envié a esta redacción un carta durísima -no publicada- contra nuestros ediles, sobre su falta de autoridad a la hora de conseguir una ciudad cuya convivencia se deteriora día a día.
Me gustaría decirle a Ramón Meseguer -tras leer su carta publicada ayer 25 de septiembre- tres cosas. Primera: que mire las estadísticas de accidentes de tráfico y su relación con la velocidad; segunda: que no nos intente tocar el corazón al relacionar el importe de las multas con el salario, porque si una persona irresponsable arroja una colilla por la ventanilla del coche y quema 2.500 hectareas de bosque ¿cuántos salarios cree que merece la actitud de este/a energúmeno?; y tercera: que las multas son como la prueba del ADN, el 98.9888% son correctas.
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