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Entrevista:JORDI SEVILLA | Ministro de Administraciones Públicas

"Sólo haremos enmiendas consensuadas con el PP"

Pregunta. ¿Qué le ha provocado mayor dolor de cabeza: La Copa del América o los debates sobre las reformas estatutarias?

Respuesta. Dolores de cabeza sólo me lo provocan mis hijos cuando no se encuentran bien. Los demás son cosas del trabajo.

P. Y en las cosas del trabajo, ¿qué le ha provocado mayor dolor de cabeza?

R. Las reformas estatutarias. La Copa del América, creo que se aclaró bastante cuando llegamos a un acuerdo las tres administraciones. Lo que queda por resolver son cuestiones de gestión, pero no de alto nivel político. Respecto de las reformas estatutarias todavía estamos en el proceso. Hemos aprobado la admisión a trámite de la primera: la Comunidad Valenciana. Ahora sólo quedan 16, más Ceuta y Melilla

"La 'cláusula Camps' tiene un altísimo valor político y juega como una cierta garantía de que las instituciones se comprometen"
"La Copa del América la organiza una empresa privada que, además, quiere ganar dinero con ello. Esa es la diferencia con una Olimpiada"

P. La reforma valenciana no le habrá dado muchos dolores de cabeza

R. Bastantes, porque he tenido que asistir a la misma con el doble gorro de ministro y de valenciano. Y, a veces, no ha sido fácil mantener los dos puestos. Pero creo que el resultado final ha sido bueno. De entrada, ha significado que el PP no sólo acepta las reformas, sino que se apunta y quiere ser el primero.

P. Qué ha influido más en el hecho de ser los primeros. ¿Construir un modelo nuevo o enviar un aviso para navegantes. Sobre todo si éstos son catalanes?

R. No, es una demostración de que el planteamiento que hizo el Gobierno con el doble requisito de consenso y respeto a la Constitución funciona. Para decir no al Plan Ibarretxe, y para decir sí a esta reforma. Debemos empezar a entender que las autonomías en España responden a sensibilidades, sentimientos y realidades distintas y, en consecuencia, deben dar lugar a estatutos distintos.

P. ¿Estatuto distinto es sinónimo de estatuto asimétrico?

R. No. Estatutos distintos quiere decir que responden a realidades y necesidades distintas. La diferencia más importante que existe en España es Canarias que tiene un régimen fiscal y una situación administrativa distinta Todos los hechos diferenciales objetivos dan lugar a algunas diferencias. Lo contrario de la igualdad no es la diferencia, es la desigualdad.

P. ¿Hasta qué punto el apoyo de los socialistas valencianos a Francisco Camps para que el Estatut fuera el primero en tramitarse, no responde a una voluntad de convertir a éste en una referencia para el resto?

R. La verdad es que yo mismo tuve dudas sobre la oportunidad de que el Estatut fuera el primero en tramitarse. Dudas que expresé en privado al presidente Camps y a Joan Ignasi Pla; pero reconozco ahora que fue éste último quien me convenció de que la mejor prueba de la mayoría de edad de los valencianos era llevar adelante la reforma del Estatut porque estábamos convencidos de que había que hacerlo sin mirar de reojo a nadie más.

P. ¿Cuáles eran sus dudas?

R. El temor a que nos quedáramos atrás en un proceso de reformas que podrían ir mucho más lejos de lo que estábamos planteando. Unas dudas que las expresaba más como valenciano que como ministro; pero como desde un punto de vista práctico no necesitamos más de lo que se ha plasmado en la reforma, no ha hecho falta mirar de reojo a nadie. Y, por otro lado, frente a radicales cambios del mapa autonómico, la cláusula Camps juega como una cierta garantía política de que las instituciones y los partidos se comprometen ante los valencianos a no ser menos que nadie.

P. De acuerdo; pero Pla ha dicho que la cláusula Camps es "inocua", un sinónimo de "inocente".

R. Jurídicamente es una cláusula que no tiene fuerza, pero sí un altísimo valor político. Más entendible, por cierto, en el caso del PSOE o del Gobierno, que en el de quienes creen que lo que pase en otras comunidades, País Vasco o Cataluña, es malo, malísimo; pero que si se aprueba lo quieren ellos también.

P. ¿La cláusula Camps no supone renunciar al desarrollo de una política propia?

R. No. Pienso que se toma una iniciativa política que es reformemos el Estatut y hagámoslo con este contenido. Yo no minusvaloraría la reforma. De hecho, nos coloca donde deberíamos haber estado posiblemente desde 1981, con las autonomías de primera.

P. ¿No cree que la barrera del 5% debería desaparecer por antidemocrática?

R. Reconocer eso sería tanto como asumir que el Consell y las Cortes Valencianas son antidemocráticas. Creo, sin embargo, que ha llegado la hora de que revisemos ese mínimo, bien bajándolo al 3 en la Comunidad o dejando el 5 por provincias. Me consta que en la negociación fue un planteamiento que el PSOE puso encima de la mesa. Deseo, más que espero, que el PP en el trámite parlamentario esté dispuesto a estudiar la posibilidad de modificar esta fórmula.

P. Su compañero Alfonso Guerra, presidente de la Comisión Constitucional, ha manifestado sus dudas respecto de la constitucionalidad de algunas cuestiones del Estatut.

R. Es curioso cómo en los últimos meses nos hemos hecho constitucionalistas casi todos los políticos y emitimos sentencias de constitucionalidad o inconstitucionalidad, dejando sin trabajo al Tribunal Constitucional.

P. ¿Qué va a pasar con la disposición referida a la recuperación del derecho foral valenciano?

R. Nosotros hemos asumido que sólo presentaremos enmiendas al Estatut que estén consensuadas con el PP. Creo que hay algunas mejoras técnicas que se pueden introducir y, posiblemente, la referencia a esa disposición adicional que recoge los derechos históricos no sea una fórmula de las más acertadas. La referencia al derecho foral que recoge la Constitución se refiere claramente al País Vasco y Navarra. Seguramente se puede mejorar eso y alguna otra cosa en el trámite parlamentario. Pero lo importante es mantener el acuerdo entre el PP y el PSOE. Y esperar que lo que el PP defiende en este estatuto lo mantenga en otros.

P. Usted ha dicho que España es una nación de naciones, pero también que no van a apoyar nada que sea malo para España, aunque sea constitucional. ¿Una de cal y otra de arena para los catalanes?

R. Es curioso el mundo en el que vivimos. El término "nacionalidad" lo propuso en su día Miquel Roca como sinónimo de "nación sin estado". En consecuencia, quienes vean antitéticos los términos nacionalidad y nación que acudan al diccionario de sinónimos. Y por lo que respecta a que no aceptaremos nada que sea malo para España. ¿Alguien piensa que algún Gobierno vaya a aceptar algo que sea malo para España? Dicho lo cual, estoy convencido que del estatuto catalán no vendrá nada que sea malo para España.

P. ¿Valencia está aprovechando suficientemente la oportunidad que significa la Copa del América?

R. Valencia empieza a darse cuenta de la oportunidad que tiene. Yo soy de los muchos que no sabían lo que era la Copa del América hasta que se la dieron a Valencia, pero ahora me estoy dando cuenta de que es un acontecimiento mundial de primera magnitud, que nos da la oportunidad de que todo el mundo con posibles, que diría mi abuela, venga y se deje aquí el dinero. Por otra parte, nos permite algo que no se paga con dinero que es ser conocidos como algo relacionados con un acontecimiento prestigioso.

P. Cosas que no se pagan con dinero. Dígaselo a la alcaldesa.

R. Los alcaldes suelen ser gente que luchan mucho por sus ciudadanos y que andan casi siempre escasos de recursos. Lo importante es que todos sepamos que esa vieja fórmula de que yo necesito, ergo voy a pedírselo al Gobierno ya no funciona, porque el Gobierno tampoco tiene dinero.

P. Rita Barberá siempre exige que se trate a Valencia como a Barcelona o a Sevilla. ¿Cuánto le cuesta satisfacer sus deseos?

R. Creo que el Gobierno se está portando con Valencia exactamente igual que con Sevilla o con Barcelona o con Zaragoza. Pero quiero señalar que hay una diferencia fundamental entre la Copa del América y una Expo o unas Olimpíadas, y es que la Copa del América no la organiza el Ayuntamiento, ni la Generalitat, ni el Gobierno; la organiza una empresa privada que además quiere ganar dinero con ello. El Gobierno se comprometió a invertir en torno a 1.000 millones de euros para la Copa del América y ese compromiso, lo mantengo.

P. La alcaldesa insiste en recalificar los muelles para hacer viviendas y del concurso público anunciado por el Ministerio para la dársena interior del puerto no se sabe todavía nada.

R. La idea de las viviendas ya no se la he oído a la alcaldesa, y es verdad que tenemos un compromiso de hacer un concurso de ideas para ver cómo queda la dársena interior del puerto. Algunos, especialmente Rita Barberá, piensan que llegado el momento de realizar una reubicación distinta de las actividades portuarias para ganar más terreno para el ocio. En eso estamos. Veremos si, tras el concurso de ideas, la dársena interior incluye algunas zonas que son de actividad portuaria. Y en las próximas semanas, la alcaldesa debe decidir si en ese concurso internacional incluye el PAI del Grau.Pregunta. ¿Qué le ha provocado mayor dolor de cabeza: La Copa del América o los debates sobre las reformas estatutarias?

Respuesta. Dolores de cabeza sólo me lo provocan mis hijos cuando no se encuentran bien. Los demás son cosas del trabajo.

P. Y en las cosas del trabajo, ¿qué le ha provocado mayor dolor de cabeza?

R. Las reformas estatutarias. La Copa del América, creo que se aclaró bastante cuando llegamos a un acuerdo las tres administraciones. Lo que queda por resolver son cuestiones de gestión, pero no de alto nivel político. Respecto de las reformas estatutarias todavía estamos en el proceso. Hemos aprobado la admisión a trámite de la primera: la Comunidad Valenciana. Ahora sólo quedan 16, más Ceuta y Melilla

P. La reforma valenciana no le habrá dado muchos dolores de cabeza

R. Bastantes, porque he tenido que asistir a la misma con el doble gorro de ministro y de valenciano. Y, a veces, no ha sido fácil mantener los dos puestos. Pero creo que el resultado final ha sido bueno. De entrada, ha significado que el PP no sólo acepta las reformas, sino que se apunta y quiere ser el primero.

P. Qué ha influido más en el hecho de ser los primeros. ¿Construir un modelo nuevo o enviar un aviso para navegantes. Sobre todo si éstos son catalanes?

R. No, es una demostración de que el planteamiento que hizo el Gobierno con el doble requisito de consenso y respeto a la Constitución funciona. Para decir no al Plan Ibarretxe, y para decir sí a esta reforma. Debemos empezar a entender que las autonomías en España responden a sensibilidades, sentimientos y realidades distintas y, en consecuencia, deben dar lugar a estatutos distintos.

P. ¿Estatuto distinto es sinónimo de estatuto asimétrico?

R. No. Estatutos distintos quiere decir que responden a realidades y necesidades distintas. La diferencia más importante que existe en España es Canarias que tiene un régimen fiscal y una situación administrativa distinta Todos los hechos diferenciales objetivos dan lugar a algunas diferencias. Lo contrario de la igualdad no es la diferencia, es la desigualdad.

P. ¿Hasta qué punto el apoyo de los socialistas valencianos a Francisco Camps para que el Estatut fuera el primero en tramitarse, no responde a una voluntad de convertir a éste en una referencia para el resto?

R. La verdad es que yo mismo tuve dudas sobre la oportunidad de que el Estatut fuera el primero en tramitarse. Dudas que expresé en privado al presidente Camps y a Joan Ignasi Pla; pero reconozco ahora que fue éste último quien me convenció de que la mejor prueba de la mayoría de edad de los valencianos era llevar adelante la reforma del Estatut porque estábamos convencidos de que había que hacerlo sin mirar de reojo a nadie más.

P. ¿Cuáles eran sus dudas?

R. El temor a que nos quedáramos atrás en un proceso de reformas que podrían ir mucho más lejos de lo que estábamos planteando. Unas dudas que las expresaba más como valenciano que como ministro; pero como desde un punto de vista práctico no necesitamos más de lo que se ha plasmado en la reforma, no ha hecho falta mirar de reojo a nadie. Y, por otro lado, frente a radicales cambios del mapa autonómico, la cláusula Camps juega como una cierta garantía política de que las instituciones y los partidos se comprometen ante los valencianos a no ser menos que nadie.

P. De acuerdo; pero Pla ha dicho que la cláusula Camps es "inocua", un sinónimo de "inocente".

R. Jurídicamente es una cláusula que no tiene fuerza, pero sí un altísimo valor político. Más entendible, por cierto, en el caso del PSOE o del Gobierno, que en el de quienes creen que lo que pase en otras comunidades, País Vasco o Cataluña, es malo, malísimo; pero que si se aprueba lo quieren ellos también.

P. ¿La cláusula Camps no supone renunciar al desarrollo de una política propia?

R. No. Pienso que se toma una iniciativa política que es reformemos el Estatut y hagámoslo con este contenido. Yo no minusvaloraría la reforma. De hecho, nos coloca donde deberíamos haber estado posiblemente desde 1981, con las autonomías de primera.

P. ¿No cree que la barrera del 5% debería desaparecer por antidemocrática?

R. Reconocer eso sería tanto como asumir que el Consell y las Cortes Valencianas son antidemocráticas. Creo, sin embargo, que ha llegado la hora de que revisemos ese mínimo, bien bajándolo al 3 en la Comunidad o dejando el 5 por provincias. Me consta que en la negociación fue un planteamiento que el PSOE puso encima de la mesa. Deseo, más que espero, que el PP en el trámite parlamentario esté dispuesto a estudiar la posibilidad de modificar esta fórmula.

P. Su compañero Alfonso Guerra, presidente de la Comisión Constitucional, ha manifestado sus dudas respecto de la constitucionalidad de algunas cuestiones del Estatut.

R. Es curioso cómo en los últimos meses nos hemos hecho constitucionalistas casi todos los políticos y emitimos sentencias de constitucionalidad o inconstitucionalidad, dejando sin trabajo al Tribunal Constitucional.

P. ¿Qué va a pasar con la disposición referida a la recuperación del derecho foral valenciano?

R. Nosotros hemos asumido que sólo presentaremos enmiendas al Estatut que estén consensuadas con el PP. Creo que hay algunas mejoras técnicas que se pueden introducir y, posiblemente, la referencia a esa disposición adicional que recoge los derechos históricos no sea una fórmula de las más acertadas. La referencia al derecho foral que recoge la Constitución se refiere claramente al País Vasco y Navarra. Seguramente se puede mejorar eso y alguna otra cosa en el trámite parlamentario. Pero lo importante es mantener el acuerdo entre el PP y el PSOE. Y esperar que lo que el PP defiende en este estatuto lo mantenga en otros.

P. Usted ha dicho que España es una nación de naciones, pero también que no van a apoyar nada que sea malo para España, aunque sea constitucional. ¿Una de cal y otra de arena para los catalanes?

R. Es curioso el mundo en el que vivimos. El término "nacionalidad" lo propuso en su día Miquel Roca como sinónimo de "nación sin estado". En consecuencia, quienes vean antitéticos los términos nacionalidad y nación que acudan al diccionario de sinónimos. Y por lo que respecta a que no aceptaremos nada que sea malo para España. ¿Alguien piensa que algún Gobierno vaya a aceptar algo que sea malo para España? Dicho lo cual, estoy convencido que del estatuto catalán no vendrá nada que sea malo para España.

P. ¿Valencia está aprovechando suficientemente la oportunidad que significa la Copa del América?

R. Valencia empieza a darse cuenta de la oportunidad que tiene. Yo soy de los muchos que no sabían lo que era la Copa del América hasta que se la dieron a Valencia, pero ahora me estoy dando cuenta de que es un acontecimiento mundial de primera magnitud, que nos da la oportunidad de que todo el mundo con posibles, que diría mi abuela, venga y se deje aquí el dinero. Por otra parte, nos permite algo que no se paga con dinero que es ser conocidos como algo relacionados con un acontecimiento prestigioso.

P. Cosas que no se pagan con dinero. Dígaselo a la alcaldesa.

R. Los alcaldes suelen ser gente que luchan mucho por sus ciudadanos y que andan casi siempre escasos de recursos. Lo importante es que todos sepamos que esa vieja fórmula de que yo necesito, ergo voy a pedírselo al Gobierno ya no funciona, porque el Gobierno tampoco tiene dinero.

P. Rita Barberá siempre exige que se trate a Valencia como a Barcelona o a Sevilla. ¿Cuánto le cuesta satisfacer sus deseos?

R. Creo que el Gobierno se está portando con Valencia exactamente igual que con Sevilla o con Barcelona o con Zaragoza. Pero quiero señalar que hay una diferencia fundamental entre la Copa del América y una Expo o unas Olimpíadas, y es que la Copa del América no la organiza el Ayuntamiento, ni la Generalitat, ni el Gobierno; la organiza una empresa privada que además quiere ganar dinero con ello. El Gobierno se comprometió a invertir en torno a 1.000 millones de euros para la Copa del América y ese compromiso, lo mantengo.

P. La alcaldesa insiste en recalificar los muelles para hacer viviendas y del concurso público anunciado por el Ministerio para la dársena interior del puerto no se sabe todavía nada.

R. La idea de las viviendas ya no se la he oído a la alcaldesa, y es verdad que tenemos un compromiso de hacer un concurso de ideas para ver cómo queda la dársena interior del puerto. Algunos, especialmente Rita Barberá, piensan que llegado el momento de realizar una reubicación distinta de las actividades portuarias para ganar más terreno para el ocio. En eso estamos. Veremos si, tras el concurso de ideas, la dársena interior incluye algunas zonas que son de actividad portuaria. Y en las próximas semanas, la alcaldesa debe decidir si en ese concurso internacional incluye el PAI del Grau.Pregunta. ¿Qué le ha provocado mayor dolor de cabeza: La Copa del América o los debates sobre las reformas estatutarias?

Respuesta. Dolores de cabeza sólo me lo provocan mis hijos cuando no se encuentran bien. Los demás son cosas del trabajo.

P. Y en las cosas del trabajo, ¿qué le ha provocado mayor dolor de cabeza?

R. Las reformas estatutarias. La Copa del América, creo que se aclaró bastante cuando llegamos a un acuerdo las tres administraciones. Lo que queda por resolver son cuestiones de gestión, pero no de alto nivel político. Respecto de las reformas estatutarias todavía estamos en el proceso. Hemos aprobado la admisión a trámite de la primera: la Comunidad Valenciana. Ahora sólo quedan 16, más Ceuta y Melilla

P. La reforma valenciana no le habrá dado muchos dolores de cabeza

R. Bastantes, porque he tenido que asistir a la misma con el doble gorro de ministro y de valenciano. Y, a veces, no ha sido fácil mantener los dos puestos. Pero creo que el resultado final ha sido bueno. De entrada, ha significado que el PP no sólo acepta las reformas, sino que se apunta y quiere ser el primero.

P. Qué ha influido más en el hecho de ser los primeros. ¿Construir un modelo nuevo o enviar un aviso para navegantes. Sobre todo si éstos son catalanes?

R. No, es una demostración de que el planteamiento que hizo el Gobierno con el doble requisito de consenso y respeto a la Constitución funciona. Para decir no al Plan Ibarretxe, y para decir sí a esta reforma. Debemos empezar a entender que las autonomías en España responden a sensibilidades, sentimientos y realidades distintas y, en consecuencia, deben dar lugar a estatutos distintos.

P. ¿Estatuto distinto es sinónimo de estatuto asimétrico?

R. No. Estatutos distintos quiere decir que responden a realidades y necesidades distintas. La diferencia más importante que existe en España es Canarias que tiene un régimen fiscal y una situación administrativa distinta Todos los hechos diferenciales objetivos dan lugar a algunas diferencias. Lo contrario de la igualdad no es la diferencia, es la desigualdad.

P. ¿Hasta qué punto el apoyo de los socialistas valencianos a Francisco Camps para que el Estatut fuera el primero en tramitarse, no responde a una voluntad de convertir a éste en una referencia para el resto?

R. La verdad es que yo mismo tuve dudas sobre la oportunidad de que el Estatut fuera el primero en tramitarse. Dudas que expresé en privado al presidente Camps y a Joan Ignasi Pla; pero reconozco ahora que fue éste último quien me convenció de que la mejor prueba de la mayoría de edad de los valencianos era llevar adelante la reforma del Estatut porque estábamos convencidos de que había que hacerlo sin mirar de reojo a nadie más.

P. ¿Cuáles eran sus dudas?

R. El temor a que nos quedáramos atrás en un proceso de reformas que podrían ir mucho más lejos de lo que estábamos planteando. Unas dudas que las expresaba más como valenciano que como ministro; pero como desde un punto de vista práctico no necesitamos más de lo que se ha plasmado en la reforma, no ha hecho falta mirar de reojo a nadie. Y, por otro lado, frente a radicales cambios del mapa autonómico, la cláusula Camps juega como una cierta garantía política de que las instituciones y los partidos se comprometen ante los valencianos a no ser menos que nadie.

P. De acuerdo; pero Pla ha dicho que la cláusula Camps es "inocua", un sinónimo de "inocente".

R. Jurídicamente es una cláusula que no tiene fuerza, pero sí un altísimo valor político. Más entendible, por cierto, en el caso del PSOE o del Gobierno, que en el de quienes creen que lo que pase en otras comunidades, País Vasco o Cataluña, es malo, malísimo; pero que si se aprueba lo quieren ellos también.

P. ¿La cláusula Camps no supone renunciar al desarrollo de una política propia?

R. No. Pienso que se toma una iniciativa política que es reformemos el Estatut y hagámoslo con este contenido. Yo no minusvaloraría la reforma. De hecho, nos coloca donde deberíamos haber estado posiblemente desde 1981, con las autonomías de primera.

P. ¿No cree que la barrera del 5% debería desaparecer por antidemocrática?

R. Reconocer eso sería tanto como asumir que el Consell y las Cortes Valencianas son antidemocráticas. Creo, sin embargo, que ha llegado la hora de que revisemos ese mínimo, bien bajándolo al 3 en la Comunidad o dejando el 5 por provincias. Me consta que en la negociación fue un planteamiento que el PSOE puso encima de la mesa. Deseo, más que espero, que el PP en el trámite parlamentario esté dispuesto a estudiar la posibilidad de modificar esta fórmula.

P. Su compañero Alfonso Guerra, presidente de la Comisión Constitucional, ha manifestado sus dudas respecto de la constitucionalidad de algunas cuestiones del Estatut.

R. Es curioso cómo en los últimos meses nos hemos hecho constitucionalistas casi todos los políticos y emitimos sentencias de constitucionalidad o inconstitucionalidad, dejando sin trabajo al Tribunal Constitucional.

P. ¿Qué va a pasar con la disposición referida a la recuperación del derecho foral valenciano?

R. Nosotros hemos asumido que sólo presentaremos enmiendas al Estatut que estén consensuadas con el PP. Creo que hay algunas mejoras técnicas que se pueden introducir y, posiblemente, la referencia a esa disposición adicional que recoge los derechos históricos no sea una fórmula de las más acertadas. La referencia al derecho foral que recoge la Constitución se refiere claramente al País Vasco y Navarra. Seguramente se puede mejorar eso y alguna otra cosa en el trámite parlamentario. Pero lo importante es mantener el acuerdo entre el PP y el PSOE. Y esperar que lo que el PP defiende en este estatuto lo mantenga en otros.

P. Usted ha dicho que España es una nación de naciones, pero también que no van a apoyar nada que sea malo para España, aunque sea constitucional. ¿Una de cal y otra de arena para los catalanes?

R. Es curioso el mundo en el que vivimos. El término "nacionalidad" lo propuso en su día Miquel Roca como sinónimo de "nación sin estado". En consecuencia, quienes vean antitéticos los términos nacionalidad y nación que acudan al diccionario de sinónimos. Y por lo que respecta a que no aceptaremos nada que sea malo para España. ¿Alguien piensa que algún Gobierno vaya a aceptar algo que sea malo para España? Dicho lo cual, estoy convencido que del estatuto catalán no vendrá nada que sea malo para España.

P. ¿Valencia está aprovechando suficientemente la oportunidad que significa la Copa del América?

R. Valencia empieza a darse cuenta de la oportunidad que tiene. Yo soy de los muchos que no sabían lo que era la Copa del América hasta que se la dieron a Valencia, pero ahora me estoy dando cuenta de que es un acontecimiento mundial de primera magnitud, que nos da la oportunidad de que todo el mundo con posibles, que diría mi abuela, venga y se deje aquí el dinero. Por otra parte, nos permite algo que no se paga con dinero que es ser conocidos como algo relacionados con un acontecimiento prestigioso.

P. Cosas que no se pagan con dinero. Dígaselo a la alcaldesa.

R. Los alcaldes suelen ser gente que luchan mucho por sus ciudadanos y que andan casi siempre escasos de recursos. Lo importante es que todos sepamos que esa vieja fórmula de que yo necesito, ergo voy a pedírselo al Gobierno ya no funciona, porque el Gobierno tampoco tiene dinero.

P. Rita Barberá siempre exige que se trate a Valencia como a Barcelona o a Sevilla. ¿Cuánto le cuesta satisfacer sus deseos?

R. Creo que el Gobierno se está portando con Valencia exactamente igual que con Sevilla o con Barcelona o con Zaragoza. Pero quiero señalar que hay una diferencia fundamental entre la Copa del América y una Expo o unas Olimpíadas, y es que la Copa del América no la organiza el Ayuntamiento, ni la Generalitat, ni el Gobierno; la organiza una empresa privada que además quiere ganar dinero con ello. El Gobierno se comprometió a invertir en torno a 1.000 millones de euros para la Copa del América y ese compromiso, lo mantengo.

P. La alcaldesa insiste en recalificar los muelles para hacer viviendas y del concurso público anunciado por el Ministerio para la dársena interior del puerto no se sabe todavía nada.

R. La idea de las viviendas ya no se la he oído a la alcaldesa, y es verdad que tenemos un compromiso de hacer un concurso de ideas para ver cómo queda la dársena interior del puerto. Algunos, especialmente Rita Barberá, piensan que llegado el momento de realizar una reubicación distinta de las actividades portuarias para ganar más terreno para el ocio. En eso estamos. Veremos si, tras el concurso de ideas, la dársena interior incluye algunas zonas que son de actividad portuaria. Y en las próximas semanas, la alcaldesa debe decidir si en ese concurso internacional incluye el PAI del Grau.Pregunta. ¿Qué le ha provocado mayor dolor de cabeza: La Copa del América o los debates sobre las reformas estatutarias?

Respuesta. Dolores de cabeza sólo me lo provocan mis hijos cuando no se encuentran bien. Los demás son cosas del trabajo.

P. Y en las cosas del trabajo, ¿qué le ha provocado mayor dolor de cabeza?

R. Las reformas estatutarias. La Copa del América, creo que se aclaró bastante cuando llegamos a un acuerdo las tres administraciones. Lo que queda por resolver son cuestiones de gestión, pero no de alto nivel político. Respecto de las reformas estatutarias todavía estamos en el proceso. Hemos aprobado la admisión a trámite de la primera: la Comunidad Valenciana. Ahora sólo quedan 16, más Ceuta y Melilla

P. La reforma valenciana no le habrá dado muchos dolores de cabeza

R. Bastantes, porque he tenido que asistir a la misma con el doble gorro de ministro y de valenciano. Y, a veces, no ha sido fácil mantener los dos puestos. Pero creo que el resultado final ha sido bueno. De entrada, ha significado que el PP no sólo acepta las reformas, sino que se apunta y quiere ser el primero.

P. Qué ha influido más en el hecho de ser los primeros. ¿Construir un modelo nuevo o enviar un aviso para navegantes. Sobre todo si éstos son catalanes?

R. No, es una demostración de que el planteamiento que hizo el Gobierno con el doble requisito de consenso y respeto a la Constitución funciona. Para decir no al Plan Ibarretxe, y para decir sí a esta reforma. Debemos empezar a entender que las autonomías en España responden a sensibilidades, sentimientos y realidades distintas y, en consecuencia, deben dar lugar a estatutos distintos.

P. ¿Estatuto distinto es sinónimo de estatuto asimétrico?

R. No. Estatutos distintos quiere decir que responden a realidades y necesidades distintas. La diferencia más importante que existe en España es Canarias que tiene un régimen fiscal y una situación administrativa distinta Todos los hechos diferenciales objetivos dan lugar a algunas diferencias. Lo contrario de la igualdad no es la diferencia, es la desigualdad.

P. ¿Hasta qué punto el apoyo de los socialistas valencianos a Francisco Camps para que el Estatut fuera el primero en tramitarse, no responde a una voluntad de convertir a éste en una referencia para el resto?

R. La verdad es que yo mismo tuve dudas sobre la oportunidad de que el Estatut fuera el primero en tramitarse. Dudas que expresé en privado al presidente Camps y a Joan Ignasi Pla; pero reconozco ahora que fue éste último quien me convenció de que la mejor prueba de la mayoría de edad de los valencianos era llevar adelante la reforma del Estatut porque estábamos convencidos de que había que hacerlo sin mirar de reojo a nadie más.

P. ¿Cuáles eran sus dudas?

R. El temor a que nos quedáramos atrás en un proceso de reformas que podrían ir mucho más lejos de lo que estábamos planteando. Unas dudas que las expresaba más como valenciano que como ministro; pero como desde un punto de vista práctico no necesitamos más de lo que se ha plasmado en la reforma, no ha hecho falta mirar de reojo a nadie. Y, por otro lado, frente a radicales cambios del mapa autonómico, la cláusula Camps juega como una cierta garantía política de que las instituciones y los partidos se comprometen ante los valencianos a no ser menos que nadie.

P. De acuerdo; pero Pla ha dicho que la cláusula Camps es "inocua", un sinónimo de "inocente".

R. Jurídicamente es una cláusula que no tiene fuerza, pero sí un altísimo valor político. Más entendible, por cierto, en el caso del PSOE o del Gobierno, que en el de quienes creen que lo que pase en otras comunidades, País Vasco o Cataluña, es malo, malísimo; pero que si se aprueba lo quieren ellos también.

P. ¿La cláusula Camps no supone renunciar al desarrollo de una política propia?

R. No. Pienso que se toma una iniciativa política que es reformemos el Estatut y hagámoslo con este contenido. Yo no minusvaloraría la reforma. De hecho, nos coloca donde deberíamos haber estado posiblemente desde 1981, con las autonomías de primera.

P. ¿No cree que la barrera del 5% debería desaparecer por antidemocrática?

R. Reconocer eso sería tanto como asumir que el Consell y las Cortes Valencianas son antidemocráticas. Creo, sin embargo, que ha llegado la hora de que revisemos ese mínimo, bien bajándolo al 3 en la Comunidad o dejando el 5 por provincias. Me consta que en la negociación fue un planteamiento que el PSOE puso encima de la mesa. Deseo, más que espero, que el PP en el trámite parlamentario esté dispuesto a estudiar la posibilidad de modificar esta fórmula.

P. Su compañero Alfonso Guerra, presidente de la Comisión Constitucional, ha manifestado sus dudas respecto de la constitucionalidad de algunas cuestiones del Estatut.

R. Es curioso cómo en los últimos meses nos hemos hecho constitucionalistas casi todos los políticos y emitimos sentencias de constitucionalidad o inconstitucionalidad, dejando sin trabajo al Tribunal Constitucional.

P. ¿Qué va a pasar con la disposición referida a la recuperación del derecho foral valenciano?

R. Nosotros hemos asumido que sólo presentaremos enmiendas al Estatut que estén consensuadas con el PP. Creo que hay algunas mejoras técnicas que se pueden introducir y, posiblemente, la referencia a esa disposición adicional que recoge los derechos históricos no sea una fórmula de las más acertadas. La referencia al derecho foral que recoge la Constitución se refiere claramente al País Vasco y Navarra. Seguramente se puede mejorar eso y alguna otra cosa en el trámite parlamentario. Pero lo importante es mantener el acuerdo entre el PP y el PSOE. Y esperar que lo que el PP defiende en este estatuto lo mantenga en otros.

P. Usted ha dicho que España es una nación de naciones, pero también que no van a apoyar nada que sea malo para España, aunque sea constitucional. ¿Una de cal y otra de arena para los catalanes?

R. Es curioso el mundo en el que vivimos. El término "nacionalidad" lo propuso en su día Miquel Roca como sinónimo de "nación sin estado". En consecuencia, quienes vean antitéticos los términos nacionalidad y nación que acudan al diccionario de sinónimos. Y por lo que respecta a que no aceptaremos nada que sea malo para España. ¿Alguien piensa que algún Gobierno vaya a aceptar algo que sea malo para España? Dicho lo cual, estoy convencido que del estatuto catalán no vendrá nada que sea malo para España.

P. ¿Valencia está aprovechando suficientemente la oportunidad que significa la Copa del América?

R. Valencia empieza a darse cuenta de la oportunidad que tiene. Yo soy de los muchos que no sabían lo que era la Copa del América hasta que se la dieron a Valencia, pero ahora me estoy dando cuenta de que es un acontecimiento mundial de primera magnitud, que nos da la oportunidad de que todo el mundo con posibles, que diría mi abuela, venga y se deje aquí el dinero. Por otra parte, nos permite algo que no se paga con dinero que es ser conocidos como algo relacionados con un acontecimiento prestigioso.

P. Cosas que no se pagan con dinero. Dígaselo a la alcaldesa.

R. Los alcaldes suelen ser gente que luchan mucho por sus ciudadanos y que andan casi siempre escasos de recursos. Lo importante es que todos sepamos que esa vieja fórmula de que yo necesito, ergo voy a pedírselo al Gobierno ya no funciona, porque el Gobierno tampoco tiene dinero.

P. Rita Barberá siempre exige que se trate a Valencia como a Barcelona o a Sevilla. ¿Cuánto le cuesta satisfacer sus deseos?

R. Creo que el Gobierno se está portando con Valencia exactamente igual que con Sevilla o con Barcelona o con Zaragoza. Pero quiero señalar que hay una diferencia fundamental entre la Copa del América y una Expo o unas Olimpíadas, y es que la Copa del América no la organiza el Ayuntamiento, ni la Generalitat, ni el Gobierno; la organiza una empresa privada que además quiere ganar dinero con ello. El Gobierno se comprometió a invertir en torno a 1.000 millones de euros para la Copa del América y ese compromiso, lo mantengo.

P. La alcaldesa insiste en recalificar los muelles para hacer viviendas y del concurso público anunciado por el Ministerio para la dársena interior del puerto no se sabe todavía nada.

R. La idea de las viviendas ya no se la he oído a la alcaldesa, y es verdad que tenemos un compromiso de hacer un concurso de ideas para ver cómo queda la dársena interior del puerto. Algunos, especialmente Rita Barberá, piensan que llegado el momento de realizar una reubicación distinta de las actividades portuarias para ganar más terreno para el ocio. En eso estamos. Veremos si, tras el concurso de ideas, la dársena interior incluye algunas zonas que son de actividad portuaria. Y en las próximas semanas, la alcaldesa debe decidir si en ese concurso internacional incluye el PAI del Grau.

P. La Copa del América se parece mucho a una carrera entre Gobierno, Ayuntamiento y Generalitat para ver quién obtiene un mayor protagonismo.

R. No lo vivo así. Ésta es una carrera que si sale bien ganamos todos y si sale mal, perdemos todos. Tenemos que conseguir que salga bien. El problema es cuánto de bien. Cuánto aprovechamos la Copa del América para cambiar la ciudad de Valencia, el puerto o para colocar a Valencia como uno de los mejores centros turísticos del Mediterráneo.

P. ¿En ése cuánto de bien cuál va a ser el papel de Ricard Pérez Casado?

R. Ahora, entramos en la fase de promocionar Valencia, hacer que todo el mundo sepa que en 2007 se celebra en Valencia la Copa del América. Y eso exige dedicación. La Generalitat ha nombrado un comisionado especial sólo para la promoción; pero el Gobierno central, que además de eso, debe dar muchos permisos y ocuparse de la seguridad, necesitaba una persona que se encargara tanto de la promoción como de la dirección técnica por lo que se refiere al puerto.

P. La llegada de Pérez Casado coincide con el anuncio casi seguro de la marcha de Fernando Huet de la dirección del Consorcio. ¿Hay crisis a la vista?

R. No tengo noticias directas de eso que usted dice y Fernando Huet no me ha comentado nada al respecto. Para mí esa noticia no existe. El nombramiento de Huet fue un acierto y estoy convencido de que no se irá sin ver culminada su labor.

P. Usted es diputado por Castellón. ¿Sabe lo que allí ocurre?

R. Estoy bastante enterado, sí

P. Sabe que han dimitido dos concejales de Albocàsser del PSOE porque usted no ha mantenido la promesa de impedir que se construya allí la cárcel.

R. Sí y bien que lo siento; sin embargo, hemos cambiado el proyecto sustancialmente y hemos abierto un proceso de diálogo con los ciudadanos. Lamento la dimisión de dos compañeros; pero la experiencia demuestra que cuando se diseña una cárcel casi nadie la quiere, y cuando se tiene casi nadie quiere que se la quiten.

P. ¿Qué opina del pulso que mantienen los promotores en Castellón?

R. Me un poco de miedo la carrera especulativa en que se está entrando en Castellón y en toda la Comunidad Valenciana. Esa idea de que todo es asfaltable y que todo, con una decisión administrativa, se convierte en un gran pelotazo me parece que es una cultura... complicada. Creo que dentro de eso y de lo que puedan estar favoreciéndolo las administraciones públicas, es lógico que las empresas peleen por obtener esos contratos. Que para eso generen la duda razonable de que puedan estar empleando métodos no claros, me preocupa.

P. ¿Piensa tomar alguna medida?

R. Es un tema que en este caso corresponde al partido. Pero lo que no podemos es mirar para otro lado.

P. ¿Es consciente de que muchos ayuntamientos recurren a la recalificación del suelo para poder financiar sus servicios?

R. Sí.

P. ¿No le preocupa como ministro que muchos ayuntamientos voten a favor de PAI difícilmente entendibles? ¿No cree que detrás de algunas aprobaciones pueda existir la sombra de la corrupción?

R. Todas las sospechas que puedan haber hay que ponerlos en manos de la justicia. Creo que la vida pública municipal es bastante más limpia y transparente de lo que a veces nos da la sensación. Pongo un ejemplo: el transfuguismo llena las páginas de los medios e comunicación, pero afecta escasamente al 3% de los municipios. Puede haber algunos casos de operaciones poco claras, seguro que sí; pero estoy convencido que no pasan del 5% de todos los ayuntamientos.

P. Usted está preparando un libro blanco sobre financiación municipal.

R. Tenemos que mejorar el sistema; pero también me he encontrado con alcaldes que te dicen que no tienen dinero y luego no cobran el agua, ni las tasas de basura ni ponen impuestos a sus ciudadanos porque es impopular. Pero esa idea de que si los pone el Gobierno central -como si nosotros no nos presentáramos a las elecciones- no es impopular, no puede ser.

P. Volvamos a las recalificaciones para obtener recursos

R. Sí, lo que yo pienso es que nosotros podremos mejorar las posibilidades para que un ayuntamiento obtenga recursos de manera distinta a la recalificación del suelo, pero nunca les vamos a poder obligar. Los ayuntamientos tienen autonomía política.

P. Carlos Fabra dijo que usted le amenazó con echarle la fiscalía encima si ganaban las elecciones. ¿Lo ha hecho?

R. Algunos piensan que otros hacen lo que él hace, yo no amenacé. Es verdad que en campaña electoral consideré que existían indicios suficientes para presentar una demanda al fiscal anticorrupción para que se investigaran una serie de hechos. Pero no voy a hacer declaraciones sobre una persona imputada. Sólo digo que quiero que se aclare cuanto antes, partiendo de la presunción de inocencia.

P. ¿Ve usted a Joan Ignasi Pla como presidente de la Generalitat en 2007?

R. No solo lo veo, sino que estoy convencido de que lo será.

P. ¿En qué basa tan contundente afirmación?

R. Creo que el proceso de enfrentamiento que se está viviendo en el PP de la Comunidad Valenciana, los niveles de endeudamiento que está teniendo la Generalitat y la paralización de la administración, más el tirón a favor de la alternativa y del cambio que va creciendo, me hace pensar que Pla será presidente en 2007

P. Entonces no es cierto eso que se dice que Zapatero le ha pedido que empiece a calentar en la banda por si acaso tiene que jugar en Valencia

R. No, no, en absoluto. Estoy muy bien donde estoy. Quiero recordar, aunque sea un poco vanidoso por mi parte, que los dos presidentes de la Generalitat salieron de su cargo para irse de ministros. Yo ya soy ministro.

P. Las grandes ciudades, salvo Elche, son los agujeros negros de los socialistas valencianos, ¿qué piensa hacer para taparlos?

R. Es verdad, tenemos una situación en las tres capitales de provincia muy desigual. En Alicante nos hemos quedado relativamente cerca; estoy convencido de que Castellón la gobernará el PSOE en las próximas elecciones y el esfuerzo importante hay que hacerlo en Valencia, donde a pesar de que Rafael Rubio ha hecho y está haciendo una magnífica labor en la oposición, la distancia es muy grande.

P. ¿Habrá alguna sorpresa en Valencia?

R. La sorpresa es que el PSOE está recortando las distancias de una manera bastante importante, lo que seguramente incomoda mucho a la señora alcaldesa.

P. ¿Tiene usted candidatos o candidatas?

R. No, para nada.

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