El congreso de UGT reelige secretario general a Casado por 50 votos

El noveno congreso de UGT-Euskadi se cerró ayer con una votación mucho más ajustada de lo esperado. Dámaso Casado logró ser reelegido por apenas 50 votos más que su rival, Pedro Angulo, líder de la central en la Margen Derecha. Un total de 290 de los 301 delegados acreditados participaron en la votación. La lista de Casado recibió 168 papeletas (57,9%), mientras que la de Angulo obtenía 118 (40,6%). Se registraron cuatro votos en blanco.

La nueva ejecutiva tendrá siete miembros, por decisión del congreso, frente a los nueve actuales. Acompañarán a Casado Modesto Martínez (secretario de Organización), José Ramón Lopategui (tesorero), Pilar Collantes (responsable de Acción Sindical) y Emilia Málaga (responsable de la secretaría para la Igualdad).

Completan la ejecutiva Felipe García (secretaría de Formación) y Javier Bermejo (secretaría de Elecciones sindicales).

En su discurso tras ser reelegido, Casado reiteró la necesidad de encontrar la unidad de acción entre los sindicatos vascos. En esta apuesta, lanzó duros reproches a ELA, a la que acusó de pretender la hegemonía en la negociación colectiva, por lo que le pidió que deje de actuar "excluyendo a los demás sindicatos". Para Casado, lo único que consigue la central nacionalista con su actitud es "mermar los derechos de los trabajadores e impedir que obtengan mejoras laborales".

El secretario reelegido ligó la actitud de ELA a la del consejero de Empleo, Joseba Azkarraga, de quien dijo que predica el diálogo social, pero no lo facilita. Casado ya le manifestó el jueves al consejero, que asistió a la inauguración del congreso, que su central está dispuesta a acudir a todas las reuniones bilaterales que quiera, pero que el diálogo social sólo se puede realizar en una mesa en la que tengan representación todos los agentes sociales.

Casado no mencionó en su discurso a su rival en el congreso, aunque hizo un llamamiento a trabajar todos juntos. Cándido Méndez, secretario general de UGT, señaló que el desarrollo del congreso había sido modélico desde un punto de vista democrático y lo vinculó a la falta de libertad del sindicato para realizar su labor.

Casado destacó que el congreso había "cumplido los objetivos previstos, desarrollándose un debate amplio en el que todos los delegados han podido expresar sus propuestas". Tras los agradecimientos citó la caja de resistencia, que deberá poner en marcha el comité nacional, como un nuevo servicio que ya está impulsando al servicio de los afiliados.

En la clausura también participó el secretario general del PSE-EE, Patxi López, quien puso a su partido al servicio del sindicato en sus reivindicaciones. López recordó su origen común y quiso dejar claro que su ofrecimiento respeta la independencia de ambas organizaciones.