Disputa entre Medio Ambiente y Barcelona por el futuro del aeropuerto
El Gobierno catalán trabaja en la protección de zonas para incluirlas en la Red Natura 2000
Las discrepancias entre el Ayuntamiento de Barcelona y el Departamento de Medio Ambiente respecto a las zonas que proteger en el entorno del aeropuerto se han convertido en enfrentamiento, y del duro. Medio Ambiente, que trabaja desde hace meses en la protección, en parte impuesta por organismos internacionales, cree que las alegaciones municipales rozan la temeridad, y en el consistorio se ve la actuación de Medio Ambiente como una especie de atentado contra el futuro desarrollo aeroportuario y, con ello, contra el desarrollo económico catalán.
La inclusión de zonas terrestres y marinas situadas en el entorno del aeropuerto de Barcelona ha hecho saltar las alarmas del Ayuntamiento de Barcelona y de varias instituciones catalanas del ámbito empresarial. El resultado han sido una serie de alegaciones al proyecto de Medio Ambiente más o menos coincidentes. Todas ellas proponen que no se amplíe la protección en la zona, ni en tierra ni en el mar. Y así lo han expresado al departamento.
El tono y el contenido de algunas de estas alegaciones han provocado notable malestar en Medio Ambiente. En especial las del Ayuntamiento de Barcelona, firmadas por el primer teniente de alcalde, Xavier Casas.
El pliego de alegaciones sostiene que Medio Ambiente no puede aprobar nuevas protecciones en el entorno aeroportuario sin que esté aprobado el plan territorial metropolitano. Asimismo defiende que las propuestas de protección entran en conflicto con el vigente plan director del aeropuerto y que afectan a su funcionamiento, e incluso alude a la necesaria cautela para "garantizar la seguridad".
El director de Medio Natural, Ramon Luque, rechaza todas las pretensiones del municipio. Niega que el Gobierno catalán tenga que parar sus actuaciones medioambientales hasta que haya un plan territorial, lo que puede suponer un par de años, como poco. Igualmente niega que las protecciones previstas afecten al plan director aeroportuario y se muestra irritado por la mera suposición de que la protección de las aves prevista pueda suponer una disminución de la seguridad.
El delta del Llobregat, explica Ramon Luque, es una zona declarada de interés especial por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza. "Y sólo hay dos zonas con esa importancia en España: Doñana y el delta del Llobregat", insiste. Además, señala que las zonas que proteger son las decididas por el Gobierno catalán al crear, el pasado mes de mayo, el consorcio del delta, en el que están incluidos los ayuntamientos territorialmente afectados: El Prat y Viladecans, cuyos representantes declinaron ayer hacer declaraciones. "No hay una sola hectárea que proteger fuera de las que gestiona el consorcio", dice.
El Ayuntamiento de Barcelona aduce que no está solo en su oposición a ampliar la protección del entorno aeroportuario. Junto a sus tesis se alinean la Cámara de Comercio, el RACC y la asociación Barcelona Aeronáutica del Espacio. Asimismo esgrime las recomendaciones de prudencia hechas en el informe preceptivo del Departamento de Política Territorial.
Medio Ambiente aduce otros informes a su favor, desde los que considera preceptivos de organismos internacionales que obligan al Gobierno catalán a mantener las zonas de protección de aves y a incluir parte del frente litoral en la Red Natura 2000, hasta algunas alegaciones presentadas. Por ejemplo, las de AENA.
"Política Territorial nos señala diversos aspectos urbanísticos, en los que creemos que tiene razón, y nos pide que seamos prudentes a la hora de tomar las decisiones. Lo seremos", dice Luque, que añade: "AENA no sugiere en ningún momento que la protección afecte al plan director, porque sabe que no es verdad".
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