Obradovic revienta

La eliminación de Serbia, la gran favorita, del Europeo de baloncesto ha producido efectos parecidos a los del célebre maracanazo, cuando Brasil perdió ante Uruguay la final del Mundial de fútbol que organizó en 1950. El baloncesto en Serbia es un deporte seguido con tanta o más pasión que el fútbol. La afición había depositado muchas esperanzas en un equipo de lujo, con cinco jugadores que actúan en la NBA y varias estrellas en Europa como Bodiroga o Rakocevic. El efecto devastador de la eliminación ante Francia (71-74) en los octavos de final se reflejó en la prensa del país y en las lágrimas de muchos seguidores que se habían peleado por las 19.000 localidades de que dispone el nuevo Belgrado Arena, donde se disputará la fase final del torneo a partir de hoy.

La prensa serbia habla de "vergüenza nacional" y de "ridículo histórico". La dimisión del seleccionador Zeljko Obradovic ha sido fulminante. El técnico serbio responsabiliza del batacazo a sus jugadores. "Hemos pagado el mal ambiente que había en el equipo. Hemos perdido nosotros, no ha ganado Francia. Todavía pienso que mi selección es mejor que la francesa", afirma tras una eliminación que no permite a Serbia estar entre los ocho mejores del torneo y que no le permite clasificarse por derecho propio para defender el título mundial que ganó hace tres años en Indianápolis.

En una tensa rueda de prensa, interrumpida fugazmente por los aplausos que le dedicaron los periodistas serbios, Obradovic se extendió en los motivos por los que, según él, su equipo rindió tan por debajo de lo esperado. "No he visto en mi vida egoísmo como el de mis jugadores. No es fácil de encontrar. He intentado arreglar los problemas durante dos meses. Pero en los partidos, en lugar de dedicarme a pensar en la táctica, he tenido que alinear a cinco jugadores para que hablaran entre ellos, para que no se enfadaran. Los egos nos llevaron a este final vergonzoso. Se odian tanto que ni se miran los unos a los otros. Nunca he visto gente así".

"Ha sido una vergüenza y un desastre", añadió Obradovic. "Estoy tranquilo porque he hecho todo lo que he podido. Lo único que me reprocho es no haber echado antes directamente del equipo a tres o cuatro jugadores. Pensaba que la motivación de jugar en nuestra cancha y ante nuestra afición haría recapacitar a estos jugadores. Ha sido la experiencia más dura de mi vida. He luchado como un loco pensando en cómo arreglar la situación pero no ha habido manera, cuando acababa con un problema, surgía otro. Si sigo, acabaría en un manicomio. Deseo mucha suerte a mi sucesor".

Zoran Savic, ex jugador internacional de la selección serbia y ahora director deportivo del Barcelona, presenció el partido desde el palco junto a otras figuras que han dejado las canchas recientemente como Divac, Djordjevic y Danilovic. Savic se refirió a las salidas nocturnas y a la falta de concentración de los jugadores de la selección serbia. "Me parece increíble que hayan tenido ese comportamiento unos profesionales. Parecía que por el hecho de sumar el dinero de los contratos de los jugadores ya iban a ser campeones, pero hay que poner ilusión, esfuerzo y cerebro para ganar un campeonato", opinó.

Savic considera que la selección serbia debía haber iniciado una renovación ya hace algún tiempo. "Ahora pueden quedar tres o cuatro jugadores de este equipo y empezar desde cero", sentenció. La renovación empezará por Bodiroga y Rebraca, que ya habían anunciado que éste iba a ser su último campeonato con la selección. Lo que no imaginaban es que su despedida se produciría de esta manera.