África a través de las máscaras

Una de las máximas de la cultura africana es su vocación pragmática. Las tribus africanas trasladan esta característica inclusive a la creación artística: la utilidad de las piezas prima sobre su antigüedad. Todo tiene un sentido y sirve para algo. El Museo de Bellas Artes de Gravina (MUBAG) de Alicante acoge desde hoy una muestra que remarca esa constante práctica del mundo africano. La exposición se nutre de un centenar de piezas, como máscaras, divinidades, instrumentos, elementos decorativos y tapices de las distintas etnias africanas.

África, arte ritual es el nombre de esta muestra que podrá visitarse gratuitamente hasta el 13 de noviembre. Una de las piezas más preciadas es la Gran Reina Madre Ticar, figura de un pueblo desaparecido de la que sólo hay tres tallas similares en todo el mundo. Una está en el MOMA de Nueva York, otra pertenece a una colección privada francesa y la tercera se expone en Alicante. El comisario de la exposición, Salvador Corroto, explicó que la mayoría de las obras son anónimas, muestran un sentido práctico, es decir, que no son para decorar, y emanan "unión y respeto por la naturaleza". La exposición la componen un centenar de piezas representativas y singulares del arte autóctono de África, de diferentes tradiciones.

Las esculturas expuestas abarcan un periodo amplio que va desde el siglo II a. C. hasta el siglo XIX. El material más común es la madera, que suele ir adornada con metal, conchas, cuero, rafia, cuentas de cristal, colmillos, hierro, fibras vegetales, bronce o pelo.

Los objetos expuestos proceden de países como Congo, Malí, Costa de Marfil, Etiopía, Nigeria, Gabón, Tanzania, Togo, Ghana, Guinea, Angola y Camerún. Con ellos están representados prácticamente todas las etnias de África. El espectador encontrará al inicio del itinerario dos figuras de gran tamaño: la pareja real Banwa, que sorprende por su expresividad y perfección. Se trata de dos bronces fundidos, de dos metros de alto, con una gran precisión en los detalles. La exposición se cierra con la figura de la Maternidad de la Reina Madre Ticar, realizada en bronce, con el procedimiento de la cera perdida.

Otras piezas que destacan, según sus organizadores, son la representación del Grupo Dogon, procedente de Malí, con elementos cotidianos como escaleras (prácticamente verticales), puertas, morteros; o la representación de sus fundadores Los Hermanos, llevando uno al otro en hombros. También destacan, igualmente, El Altar y Guardián de Ofrendas, o la pareja primordial Tellem-Dogon, del siglo XV, que proceden de Malí. El Fetiche Songye, de impresionante aspecto protector y acompañado de diferentes jefes y representaciones, es una figura procedente del Congo que representa el poder comunal. Las máscaras son representativas de una colección real como la Ngeende, con forma de elefante, las Kuba, Lele o Luba, que proceden en su mayoría del Congo y Camerún. En arte cortesano merecen destacarse el rey y la reina Ndengese, con el cuerpo lleno de escarificaciones geométricas y sus collares de dientes de leopardo. Se trata de piezas excepcionales procedentes del Congo.

Por último, requieren una especial atención las figuras femeninas, ya que el culto a la maternidad es la función más sagrada para la mujer africana.