Más de lo mismo
El anteproyecto de presupuesto de RTVE para 2006 contempla unas pérdidas de 801,5 millones de euros, lo cual representa un 10,5% más que este año. El Consejo de Administración del ente público lo ha rechazado debido a los votos en contra de los cinco consejeros del PP, aunque el resultado no es vinculante. La directora general, Carmen Caffarel, ha afirmado, optimista, que éstas serán las últimas cuentas marcadas por la deuda de Radiotelevisión española -llegará al término de 2005 a la escandalosa cifra de más de 7.560 millones de euros-, una vez el Parlamento apruebe en los próximos meses la reforma del estatuto, que prevé que el Estado asuma el endeudamiento y ponga el contador a cero.
Los números no son demasiado ejemplificadores de una auténtica voluntad de autocontención, por mucho que se argumente por parte de la dirección de RTVE que es una situación circunstancial hasta la entrada de la reforma estatutaria, y que el agravamiento de la crisis es debido a una pérdida de ingresos publicitarios -721 millones de euros, el 9,2 % menos que este año- como consecuencia de la próxima emisión de dos nuevos canales comerciales de ámbito nacional que se sumarán a los otros dos ya existentes, así como al alarmante y continuo descenso de audiencia que le ha colocado por debajo de Tele 5 y Antena 3 en todas las franjas horarias. Es verdad que las pérdidas pueden ser menores si el Gobierno cumple con la promesa de aumentar la subvención y el Estado asume los gastos financieros que genera la lastra del endeudamiento.
No se trata de caer en la retórica acusatoria sobre despilfarro o mala gestión, ni de redundar en las críticas de quienes sospechan que los números aún son peores, pero sí de hacer una llamada a una mayor responsabilidad del equipo directivo de RTVE hasta que se ponga en marcha la reforma, y recalcar una vez más que el dinero público es cosa de todos y no se puede gastar alegremente pensando que es el Estado quien al final arreglará el entuerto. Hay que confiar en que muchos de los vicios estructurales de la televisión pública se corrijan cuando se ponga en marcha el nuevo estatuto, que establece un sistema de financiación mixta de subvención pública, publicidad y comercialización de productos propios, y prohíbe el recurso a la Administración como aval ilimitado de la deuda.
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