El promotor calificado de 'asustaviejas' por los vecinos firma un pacto con ellos
Arroyo elude aclarar su supuesta relación con militantes del PP
Enrique Arroyo, señalado como el mayor asustaviejas de Cádiz por las principales asociaciones de vecinos, asegura que no lo es. Para demostrarlo, según explicó, firmó ayer el código vecinal contra el acoso inmobiliario, conocido popularmente como el código contra los asustaviejas, que le compromete a no actuar en los límites de la ley ni engañar a los vecinos para especular con inmuebles antiguos.
Arroyo se negó a contestar sobre su supuesta relación con concejales o militantes del PP facultados por un poder notarial a representar al promotor. Tampoco calificó las licencias municipales de obras conseguidas. "No es el marco ni el momento apropiado para hablar sobre eso", dijo.
Enrique Arroyo es el tercer promotor inmobiliario que firma este código contra los asustaviejas porque, según dijo, no se ve reflejado en aquellos promotores inmobiliarios que amedrantan o utilizan el chantaje, la amenaza o la coacción, para desalojar viviendas con rentas antiguas, ocupadas habitualmente por personas mayores para poder alquilarlas a mayor precio o vender las fincas. Primero fueron Manuel García y Juan Hidalgo Pecino. Éste fue acusado por tres jóvenes parejas de venderles unos pisos en la calle Sopranis sin que les informase de que sobre estas viviendas pesa un proceso de expropiación.
Con este documento, la Federación vecinal 5 de Abril, que aglutina a una veintena de asociaciones, se ha dotado de un instrumento para luchar contra estas prácticas ante "la inoperancia y pasividad municipal para acabar con este problema", según reiteró ayer Luis Monroy, portavoz de este colectivo ciudadano
Monroy destacó que fue Enrique Arroyo quien se dirigió a la Federación para firmar este convenio, que no tiene ningún poder legal pero que "vincula a ambas partes a comprometerse a solucionar conflictos que surjan". Monroy admitió antes del acto que la firma no concede a Arroyo "ningún cheque en blanco" y que los vecinos vigilarán "muy de cerca" este cumplimiento ante la sospecha de que este promotor quiera "únicamente" lavar su mala imagen.
Enrique Arroyo lo negó. "No tengo intención limpiar mi imagen de nada, sólo firmar a favor de unas prácticas que llevo cumpliendo desde que trabajo en Cádiz", garantizó este promotor, quien negó que haya utilizado "intermediarios o matones" para desalojar a personas mayores de algunas viviendas en mal estado.
"Quien tenga pruebas que me denuncie", dijo, al tiempo que se lamentó del tratamiento que ha recibido en las últimas semanas de los medios de comunicación: "Me siento mancillado en mis derechos constitucionales".
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