Garbajosa y Navarro salvan un mal día
Gris actuación de España, que sufre para derrotar a Letonia en la prórroga
España sudó tinta china para desembarazarse de un rival que le buscó las cosquillas hasta límites inesperados. Le costó dios y ayuda, y también una prórroga, rematar a Letonia. Jugó mal España y ganó porque dos jugadores, Garbajosa y Navarro, apechugaron y sacaron las castañas del fuego. También porque Letonia es un equipo manifiestamente inferior en el aspecto técnico, en las individualidades y carente de pívots capaces de plantar cara a Garbajosa, Felipe Reyes y De Miguel. Sin embargo, los letones plantearon un partido tosco, le negaron una mínima continuidad en el juego al quinteto español y, a base de machacar constantes movimientos ofensivos para sus jugadores exteriores, ofuscaron a España que se salvó de la quema gracias al paso al frente que dieron sus dos líderes.
Los acontecimientos empezaron con un primer cuarto muy engañoso. Lo ganó España con la gorra (30-16). Pero Letonia, a base de cometer personales, le negó la más mínima continuidad en el juego. De los 30 puntos españoles, 18 llegaron de tiros libres. Jiménez no le cogió el tranquillo al partido y menos aún los suplentes, que habían desempeñado una magnífica labor ante Serbia. Especialmente fuera de foco quedó Fran Vázquez, que fue retirado de la pista en un abrir y cerrar de ojos por Pesquera.
Letonia empezó el segundo cuarto presionando por toda la pista y no se cortó a la hora de acabar sus jugadas, una vez sí y otra también, a base de lanzamientos triples. Sus pívots buscaron todo el tiempo en ataque constantes bloqueos para beneficiar a los aleros, especialmente a Sandis Valters, el mayor y el bueno de los dos hijos de Valdis Valters, el magnífico base de la URSS en los años ochenta, que alinea el equipo letón.
El partido se le atragantó a España, que no encontró soluciones para atacar con soltura ni para negar espacios a los jugadores del perímetro letones. Las faltas se sucedían y los españoles acabaron personándose hasta 63 veces en la línea de tiros libres, desde la que anotaron en 51 ocasiones. Igualmente se sucedían los lanzamientos triples de los letones que anotaron 18 de la friolera de 45 que efectuaron desde más allá de los 6,25 metros. Y España acabó lanzando más no sólo desde la línea de tiros libres sino también anotando más desde más la línea de tres puntos (13 triples) que desde el interior de la zona (12 canastas de dos).
Nada más comenzar el tercer cuarto, Letonia empató el partido a 49 puntos. A Sandis Valters, los secundaron otros dos lanzadores de larga distancia, Janicenoks y Stelmahers. España volvió a dar un pequeño estirón cuando Pesquera volvió a alinear el equipo titular pero en los últimos minutos volvió a estrecharse el margen en el marcador (90-87) y el partido se convirtió en un toma y daca constante. España mantuvo la delantera pero por un margen muy estrecho, jugando mal, interpretando erróneamente la manera de contraatacar y la circulación del balón en ataque estático. También llegó a conceder incomprensiblemente un triple a Sandis Valters, que forzó la prórroga. La acción se produjo cuando los cinco jugadores españoles estaban en el interior de la zona para atrapar un rebote defensivo y Rudy Fernández rechazó el balón, que fue a parar al bueno de los Valters con el resultado previsible: empató el partido a 98 puntos y forzó cinco minutos de prórroga.
La impresionante capacidad resolutiva de Navarro, que logró su récord personal de anotación con 35 puntos, con 22 tiros libres y tres triples, y de Garbajosa, inmenso con 14 tiros libres sin fallo y cinco triples, valieron su peso en oro en un equipo que actuó a un nivel de revoluciones y de acierto tanto individual como táctico muy inferior al de su estreno ante Serbia. El mérito del equipo español fue que resistió la tortura psicológica que le supuso permanecer tanto tiempo a tiro de piedra de los letones que, a 43 segundos para el final de la prórroga todavía estaban a un triple de la remontada (109-107). Salvada la agonía, España ya está clasificada como mínimo para los octavos, aunque le queda hoy un último partido del grupo ante Israel en el que tiene la posibilidad de certificar su pase directo a cuartos. Eso y la victoria es el mejor colofón a la gris actuación ante Letonia.
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