Los problemas son de la defensa y no del sistema, según Luxemburgo

Los cinco goles que el Real Madrid ha concedido por alto y a balón parado frente al Cádiz, el Celta y el Olympique de Lyón escuecen de lo lindo a Vanderlei Luxemburgo. Aunque para el técnico brasileño los problemas sean de la defensa, no del cuadrado mágico. "Llevamos ocho meses con el sistema", porfió ayer Luxemburgo, que se defiende de las críticas recurriendo a los males históricos del equipo. "El Madrid siempre ha tenido problemas con esas jugadas, no viene de ahora", quiso recalcar.

Lo cierto es que las ocasiones de estrategia, ya sean saques de esquina, libres directo o caigan llovidas del cielo, abren en la zaga unas vías de agua de considerable calado. "Ante el Lyón estuvimos mal posicionados", reconoce Luxemburgo, que pide "tiempo". Procedan o no sus males del esquema táctico o del infortunio de sus zagueros, el Madrid le ha otorgado a los balones aéreos dedicación absoluta antes de partir a Barcelona.

De tal guisa, sometidos a un aluvión de balones colgados, Roberto Carlos, Helguera, Ramos, y Salgado pasaron la mañana, fortalecidos por la presencia de Baptista y Pablo García. Enfrente, las acometidas de Pavón, Mejía, Raúl Bravo y Woodgate les forzaban a guardar la posición y sincronizar sus movimientos. Tres en uno, asimilaban las correcciones de Luxemburgo, lidiaban con los atacantes y desbarataban los envíos de Beckham. El inglés botó las faltas laterales -desde la derecha solían encontrar rematador-, las frontales y los córners. Así durante más de una hora, mientras Luxemburgo ordenaba, corregía lapsus y dejaba claro dónde debían tener prioridad las salidas de Casillas. "¡Eso no puede ser goool!", espetó a Baptista y Helguera por conceder una ocasión.

A las similitudes de la visita del Madrid a Montjuïc con la de hace un año, donde el Madrid perdió tras ser arrasado en Leverkusen (3-0), se añade la baja de Diego López, al que reemplazará Codina, del Castilla. El portero sufrió una fractura en la mano derecha. Casualidades de la vida, Casillas y César se lesionaron entonces en el campo del Espanyol. Luxemburgo no ofrece dudas: "No soy supersticioso, creo en el trabajo".