El nivel de los embalses de la Costa del Sol Occidental sólo garantiza el consumo en los próximos dos meses

Las reservas de agua de los pantanos que abastecen a la Costa del Sol Occidental serán suficientes sólo durante los próximos dos meses si las lluvias no lo remedian antes. A partir de entonces, la Cuenca Mediterránea Andaluza se plantea desviar agua desde el pantano de la Viñuela, al 71% de su capacidad, o desde los pozos del río Guadiaro en el Campo de Gibraltar, ya que la desalinizadora de Marbella tan sólo aporta el 20% del agua que consume la población, a pesar de haber duplicado su producción.

"La situación es muy delicada", resumió ayer Antonio Rodríguez Leal, director de la Cuenca, quien explicó que los técnicos de la Cuenca están estudiando la manera de garantizar el suministro en los próximos meses en la Costa del Sol Occidental, zona en una coyuntura casi extrema en cuanto a recursos hídricos. "De la zona del Guadiaro en el Campo de Gibraltar podemos extraer, pero siempre respetando el caudal ecológico de los ríos, porque de momento los excedentes son muy pocos", aclaró.

El abastecimiento está garantizado en la ciudad de Málaga hasta el próximo mes de mayo, gracias a la mezcla del agua salada del Guadalhorce con agua dulce de distinta procedencia en la desalinizadora del Atabal. El riego del Guadalhorce se ha cortado este pasado fin de semana, tras un acuerdo al que llegaron los agricultores con los técnicos de la Cuenca Mediterránea. "Se están gestionando los recursos intentando hacer milagros, pero llega un momento en el que los recursos son los que tenemos y cada vez son menos, y a pesar de todo creo que se ha salvado la campaña agrícola", afirmó Leal.

Por otra parte, la consejería de Medio Ambiente a través de la Cuenca Mediterránea realizará un plan de limpieza y acondicionamiento de cauces en más de 160 ríos y arroyos de Almería, Granada, Málaga y Cádiz para evitar los efectos de posibles riadas. "Estamos previniendo lo que nos pueda pasar, como en marzo de 2003 en Rincón de la Victoria (Málaga), donde sufrieron un desastre importante", recordó Leal. Será una limpieza contra las lluvias torrenciales de materiales de acarreo, tanto de roca como de aterramiento, arbustos o malezas, además de vertidos agrícolas y urbanos.

Hasta ahora la limpieza siempre se realizaba tras sufrir una riada. Ahora la Cuenca pretende prevenir estas habituales riadas en la costa mediterránea, y la limpieza comenzará por los arroyos "potencialmente peligrosos".

La actuación prevé involucrar a 25 empresas para que comiencen las tareas en menos de diez días en 60 municipios con un presupuesto de 7,6 millones a través de un protocolo de protección ambiental para poder preservar las arboledas. El plan complementa el plan de prevención de avenidas e inundaciones que la Junta aprobó en 2002, y que hacía referencia a puntos negros en cauces urbanos de las cuatro provincias afectadas.