_
_
_
_

Tropas estadounidenses matan a 141 insurgentes en el norte de Irak

Segunda operación militar en un año contra la ciudad de Tal Afar, considerada un bastión rebelde

Miles de soldados estadounidenses e iraquíes participan desde la noche del viernes en una vasta ofensiva contra la insurgencia en Tal Afar, más de 400 kilómetros al norte de Bagdad. Las autoridades habían advertido a la población sobre su inminencia, lo que permitió la huida a tiempo de la mayoría de sus 200.000 habitantes. En la operación, en la que se emplean carros de combate y helicópteros artillados, se efectúan registros casa por casa.

Más información
EE UU amplía su ofensiva contra la insurgencia en el oeste de Irak

Tal Afar está situada a 95 kilómetros de la frontera de Siria y es una zona de paso del contrabando de armas y de combatientes extranjeros, según la inteligencia militar de EE UU. Antes de comenzar la ofensiva terrestre, la artillería estadounidense bombardeó durante varias horas los barrios supuestamente tomados por los rebeldes. Hace un año, Tal Afar sufrió una ofensiva similar en la que murieron 76 personas, según las cifras oficiales, que no sólo no logró los resultados esperados, sino que además provocó duras críticas de Turquía, un firme aliado de Washington. Muchos de los 200.000 habitantes de Tal Afar son turcomanos, con lazos étnicos y culturales con el vecino del norte.

Los combates se concentraron ayer en el barrio de Sarai, en la parte vieja. "Puedo comprender por qué los terroristas han elegido este lugar para luchar, es como un embudo de muerte", afirmó el sargento estadounidense William Haslett apostado en una calle desierta. Estos combates urbanos recuerdan a los que tuvieron lugar en Faluya en noviembre de 2004.

El primer ministro iraquí, el chií Ibrahim al Yafari, explicó que la ofensiva comenzó a las diez de la noche del viernes y justificó la acción con razones políticas, dando a entender que ésta cuenta con su apoyo: "Los insurgentes tratan de aislar Tal Afar del proceso político mientras que realizamos los preparativos del referéndum de la Constitución". El ministro del Interior, Bayan Jabr, informó de la captura de 48 insurgentes. Jabr dijo que entre sus tropas había sólo dos heridos y ningún muerto. El titular de Defensa, Saadun al Dulaimi, aseguró que habían muerto "141 terroristas" y otros 197 habían resultado heridos. Al Dulaimi a diferencia de su compañero de Gabinete, reconoció la muerte de cinco de sus soldados.

Al Dulaimi criticó duramente a Siria (a su juicio permite el paso de los insurgentes) y aseguró que en la operación participan 11 batallones del Ejército iraquí y otros tres de unidades paramilitares. También explicó que cuentan con el apoyo de tres batallones estadounidenses. El ministro advirtió de que esta ofensiva es la primera de otras que seguirán para lograr el control de ciudades fronterizas y otras del triángulo suní. "Decimos a nuestro pueblo en Qaim, Rawa, Samarra y Ramadi que no permitiremos que los terroristas y los criminales se escondan en ellas".

En Iskandariya, a 50 kilómetros al sur de Bagdad, la policía localizó ayer los cuerpos sin vida de 18 personas, maniatadas y con un disparo en la cabeza. Se cree que son víctimas de la espiral de venganzas y de una guerra soterrada entre los escuadrones de la muerte suníes y chiíes. "Hace dos días, insurgentes armados y vestidos con uniformes policiales asaltaron varias viviendas chiíes en Iskandariya", aseguró el capitán de la policía Adel Kitab. Los muertos de ayer pueden ser la respuesta.

En Kerbala, una de las ciudades santas del chiismo, situada a unos 100 kilómetros al sur de la capital, la policía desactivó ayer un camión cargado de explosivos, preparado para causar una gran matanza entre los peregrinos. "El camión estaba cargado con 16 bombonas de gas, 200 litros de gasolina, piezas de artillería y explosivos", informó a la agencia Reuters Karim Sultan al Hasnawi, uno de los responsables de la seguridad en Kerbala. Hace dos meses, en la explosión de un camión bomba perecieron 98 personas en la localidad chií de Musayyib.

Un soldado estadounidense y su intérprete hablan con un habitante de Tal Afar que se niega a abandonar su casa.
Un soldado estadounidense y su intérprete hablan con un habitante de Tal Afar que se niega a abandonar su casa.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_