Alonso se pone al acecho en Spa
El piloto español, por detrás de los dos McLaren y de Trulli, aspira a lograr hoy el título o a dejarlo visto para sentencia
La semana se las ha traído para Fernando Alonso, el primer piloto español que se planta en un gran premio de fórmula 1 con la posibilidad de proclamarse campeón del mundo. La presión le ha sobrevenido por todos los conductos posibles. No le ha faltado el ajetreo de los patrocinadores, la concesión de un premio capital como el Príncipe de Asturias y un demoledor bombardeo periodístico que se ha redoblado. No ha habido ni hay día en el que no sea sometido a un escrutinio. ¿Será capaz de llegar a la fórmula 1, de merecer el asiento de un bólido con posibilidades, de puntuar, de atreverse con Michael Schumacher, de subir al podio, de ganar una carrera, de ser líder de un Mundial? Una a una, a sus 24 años, ha desactivado todas las dudas. Pero no es suficiente.
El asturiano estuvo más cerca de las flechas plateadas que otras veces: entre tres y cuatro décimas
Quedan cuatro carreras, le bastarían 14 puntos para ser campeón y puede incluso ceñirse la corona hoy en Spa si logra sumar cuatro puntos más que su único rival, el finlandés Kimi Raikkonen. La perspectiva es envidiable, única y excepcional para un piloto español -son contados en la historia de la F-1 y jamás han pasado de sumar algún que otro puntito- y también para cualquier piloto en la historia de una competición en la que nadie tan joven ha sido capaz de alzarse con el título.
Alonso superó ayer en la calificación la tremenda presión que recae sobre él. Un dato que pasa desapercibido por lo acostumbrados que están quienes tienen el privilegio de seguirle de cerca o se sientan a ver la televisión, a resolver todos los desafíos que se le presentan. Su reto, ayer, más que clasificarse en una u otra posición, era disolver la gran presión que soporta. La F-1 ya no está pendiente de otra cosa que de un rifirrafe entre él y Raikkonen, o de que el campeonato se decante de una vez con un golpe magistral. Alonso, en el mismo circuito donde maravilló hace cinco años con un triunfo en la F-3000, cumplió una vez más con su objetivo, trazado desde el realismo y la capacidad de análisis de la situación que le distinguen, sin dejarse llevar por unas perspectivas desmedidas o por el vértigo de un momento histórico.
Sabe que los McLaren son más rápidos desde hace meses. Volvieron a serlo en Spa. No pudo mejorar el tiempo de Raikkonen, ni el de su compañero Fisichella, ni el de su ex compañero Trulli, ahora en Toyota, ni evitar que le superara Montoya, ganador en Monza. Alonso marcó el quinto mejor tiempo, pero estuvo más cerca de los McLaren que otras veces, entre tres y cuatro décimas. Habrá a quien le decepcione ese quinto puesto de Alonso, que en realidad partirá desde la cuarta posición porque Fisichella cambió el motor de su coche y descenderá a la 13ª plaza. Pero es una posición más que aceptable con vistas a sumar los puntos que le dejarían a un paso del título y le permitirán estar al acecho de la victoria. Alonso, además, marcó el mejor registro de la jornada, en los cuartos entrenamientos libres, aunque admitió que lo hizo con el depósito de combustible muy vacío y que, acto seguido, con vistas a la calificación, lo cargó para asegurarse un primer repostaje relativamente largo en la carrera.
McLaren tendrá la posibilidad de diseñar una estrategia de equipo que facilite la labor de Raikkonen y potencie sus posibilidades de ganar el título, que pasan necesariamente por adjudicarse las cuatro carreras que quedan. Los Renault, por el contrario, han sido lastrados por el cambio de motor del coche de Fisichella debido al fallo de una válvula. El italiano tendrá que superarse y remontar, puesto que el campeonato de constructores está en juego también y en él Renault le lleva ocho puntos a McLaren.
Las previsiones anuncian lluvia. Ayer cayeron cuatro gotas cuando empezaron a entrar en acción los mejores. Trulli fue el más perjudicado, aunque Raikkonen, Alonso y Montoya también notaron el agua. El aguacero cayó tras finalizar la tanda de calificación.
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