Los juzgados arrancan el curso con retrasos por la huelga de funcionarios

El nuevo curso judicial que está a punto de arrancar no trae, de momento, la paz laboral. Pese a que el seguimiento es menor que en junio y julio, al menos 850 funcionarios de Sevilla, Málaga y Granada, las principales sedes, han votado en asamblea continuar con la huelga parcial de tres horas, y estudian endurecer las movilizaciones. Aunque es difícil cuantificar el retraso acumulado, se prevé que los trámites no efectuados y las notificaciones no entregadas provocarán suspensiones de juicios en el próximo mes.

Uno de los cuellos de botella es el servicio común de notificaciones y embargos, que se encarga de entregar las citaciones y otras comunicaciones desde los juzgados a los ciudadanos. Si estas notificaciones no se realizan, los interesados no podrán continuar con los trámites oportunos, o no se podrá celebrar el juicio por no haberse informado debidamente a las partes o a los testigos.

En el caso de Málaga capital, por ejemplo, donde, al igual que en Sevilla y Granada el seguimiento de los paros fue masivo en junio y julio, este servicio tiene pendientes de notificar unas 4.300 diligencias, a las que hay que añadir las que se han devuelto al juzgado correspondiente por haber caducado. Cada día, entran cerca de mil más. En condiciones normales, se tramitan un número similar, pero en caso de que los trabajadores del servicio sigan la huelga, se hace muy complicado, pues la mayoría se entregan entre 10.00 y 13.00, las horas de los paros.

"Normalmente, nunca hay atrasos, pero ahora están las mesas y las estanterías llenas de diligencias", describe un funcionario. El juez decano de Málaga, Manuel Caballero Bonald, reconoce que muchas de las notificaciones no se están realizando, y que el servicio tiene "cierto retraso". En el caso de los juzgados, depende del seguimiento de la huelga en cada uno, algo que habrá que analizar órgano por órgano cuando termine la huelga. "Es posible que haya que pedir algún refuerzo de personal a la Junta, aunque también puede que esa bolsa de retraso se saque por los propios funcionarios cuando acabe el conflicto", dice.

"En septiembre se va a empezar a notar el retraso en las notificaciones, porque de ellas dependen muchas actuaciones judiciales", calcula Jesús Postigo, coordinador del sector Justicia del sindicato SPJ-USO, el único que mantiene la convocatoria de huelga.

Ralentización

En algunos órganos, en lugar de una acumulación de trabajo, la huelga provoca una ralentización. Es el caso de la Audiencia de Sevilla, según explica su presidente, Miguel Carmona. "Al ser un órgano de segunda instancia, donde entran asuntos procedentes de los juzgados de primer grado, se aprecia que entran bastante menos asuntos de lo habitual", explica.

Que la situación tarde más o menos en normalizarse dependerá del seguimiento de las movilizaciones cuando se terminen de incorporar todos los funcionarios de las vacaciones, hacia el 20 de septiembre, afirma Postigo. Tras el anuncio de CSI-CSIF, el sindicato mayoritario, de que desconvocaba los paros, parecía que el conflicto estaba desactivado. La organización ha optado por presentar un recurso contencioso-administrativo contra el acuerdo firmado entre Consejería de Justicia y CC OO y UGT, al considerar que la huelga no servía para resolver un conflicto tan enconado, y por el alto coste económico para los huelguistas.

Pese a ello, en las asambleas celebradas en Sevilla, Málaga y Granada, 200, 400 y 250 trabajadores, respectivamente, han votado proseguir con la huelga, que busca la equiparación salarial y laboral con el resto de trabajadores de la Administración autonómica. Según Postigo, cuando se reincorporen todos los funcionarios, se sondeará si quieren seguir, y si quieren endurecer las movilizaciones, con una huelga a jornada completa indefinida, como ya ha propuesto más de un centenar de trabajadores en Sevilla.