Las primeras fuentes hidrotermales en el Atlántico sur

El proyecto Chess se puso en marcha hace tres años bajo la dirección de Paul Tyler (National Oceanography Centre, Southampton, Reino Unido) y Christopher German (Woods Hole Oceanography Centre, EE UU) y con la coordinación de Eva Ramírez. La Sloan Foundation aporta la financiación de base, pero los fondos para las expediciones científicas deben salir de los presupuestos de investigación de los diferentes países. Las previsiones son que todos los proyectos pertenecientes al Censo de la Vida Marina, incluido Chess, se prolonguen hasta 2010 (información, en la dirección:www.noc.soton.ac.uk/chess/home_es.php).

El programa se centra en las tres zonas que se consideran clave en lo que se refiere a posibles descubrimientos sobre fuentes hidrotermales y surgencias frías: el cinturón atlántico ecuatorial, una franja que arranca en el golfo de México y se extiende hasta las costas de África; el sureste del Pacífico, frente a Chile, y las aguas que rodean a Nueva Zelanda.

La última expedición, el pasado mes de abril, fue un éxito: se encontraron las primeras tres fuentes hidrotermales en el Atlántico sur, por debajo de las grandes zonas de fractura de la dorsal atlántica a la altura del ecuador. Esta campaña ha sido, además, un buen ejemplo de cómo los proyectos globales como Chess facilitan la cooperación entre equipos y aceleran considerablemente la obtención de resultados. Normalmente, el grupo que determina la localización no dispone del equipo necesario -robots o submarinos- para explorar en profundidad, de modo que tiene que regresar a su base, presentar un nuevo proyecto e iniciar otra campaña. "En oceanografía profunda, pueden pasar tres años desde que arrancas un programa hasta que se está realmente trabajando porque se necesitan equipos muy grandes. Se tarda mucho en acceder a los equipos y a la financiación", explica Ramírez.

En esta ocasión, los datos del descubrimiento se pasaron a un grupo de la Universidad de Kiel (Alemania) que ya trabajaba en la zona con un robot submarino y un mes más tarde se disponía de las primeras fotos de las fuentes hidrotermales del Atlántico sur. Los artículos que describen ambos proyectos se publicarán en breve.