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Un hospital español acoge a 16 heridos iraquíes, en su mayoría víctimas de la estampida de Bagdad

Eran poco más de las cinco de la madrugada de ayer cuando el avión militar Hércules C-130 aterrizó en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). La ministra de Sanidad, Elena Salgado; la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, y el secretario general de Política de Defensa, Francisco Torrente, estaban en la pista para acoger a sus pasajeros: 16 iraquíes, siete de ellos niños, en su mayoría heridos en la estampida de Bagdad que el pasado

miércoles causó la muerte de más de 900 personas. Tras un largo viaje de 10 horas, todos han ingresado en el hospital militar Gómez Ulla, en Madrid.

"Es un milagro". El padre Ángel, presidente de la ONG española Mensajeros de la Paz, aún no se explica cómo los 16 heridos pudieron llegar a España. El sacerdote, que también viajó en el Hércules, recuerda que "18 tanques protegían a las ambulancias hasta el aeropuerto de Bagdad". La salida del avión fue vigilada, además, por soldados españoles del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo.

La mayoría de los 16 iraquíes se encontraban, el 31 de agosto, en el puente Aima de Bagdad, sobre el río Tigris, cuando un rumor sobre la presencia de terroristas suicidas desató una estampida. Casi un millar de personas perdieron la vida. Al conocer la tragedia, el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, se puso en contacto con su homólogo iraquí para ofrecerle ayuda médica. En Irak, desde la caída de Sadam Husein en 2003, Mensajeros de la Paz gestiona en el terreno la evacuación de los heridos. El Ministerio de Defensa fletó el avión.

El padre Ángel estaba a punto de "besar la tierra" cuando llegó a Torrejón. "Digo chapeau a los ministerios de Exteriores, Defensa y Sanidad" por su gestión, explica antes de insistir en que "España es el único país en ayudar a Irak por [las consecuencias de] la estampida". La ayuda española no fue, sin embargo, saludada por todos. El viceministro de Salud iraquí, Amar al Safar, creó una pequeña tensión diplomática al declarar el domingo que España no había querido atender a los más graves y que "el único objetivo de la misión es propaganda".

En el aeropuerto de Torrejón, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, dio ayer por zanjada la polémica al asegurar que los heridos habían sido elegidos según "criterios médicos". El padre Ángel explicó que era una "imprudencia" trasladar a los más graves. El embajador de Irak en España, Talal al Khudairi, se disculpó en nombre de su Gobierno.

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No hay fecha de vuelta a Irak. Los 16 heridos han ingresado en el hospital Gómez Ulla hasta que "estén bien", en palabras del padre Ángel. El Ministerio de Sanidad está coordinando con todas las comunidades autónomas el posible traslado de los pacientes hacia otros hospitales. Los siete niños -uno de ellos tiene 18 años- están tutelados por Mensajeros de la Paz. Algunos no estaban en el puente Aima, sino que padecen enfermedades incurables en su país. Una niña sufre una cardiopatía congénita; otra, un politraumatismo facial. Es lo que más preocupa al padre Ángel: la situación actual en Irak. "No hay ni luz, ni agua, ni electricidad", dice, "y nadie nos ayuda", denuncia.

Lo cotidiano de Irak es también atentados y numerosos muertos. Dos soldados británicos perdieron la vida ayer en un ataque cerca de Zubaír, a unos 20 kilómetros de Basora, al sur del país, informa France Presse. Con estas dos muertes, el número de soldados británicos fallecidos en Irak asciende a 96. Además, al menos 11 iraquíes murieron, entre ellos 8 civiles, en un atentado con coche bomba cerca de la base militar de Hit, unos 170 kilómetros al oeste de Bagdad.

Dos militares asisten en Torrejón de Ardoz a una mujer y a un niño evacuados de Irak.
Dos militares asisten en Torrejón de Ardoz a una mujer y a un niño evacuados de Irak.EFE

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