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Reportaje:JAVIER GONZÁLEZ DE DURANA | Director del Museo Artium de Vitoria

"Generamos cultura en Vitoria que se disfruta en otros lugares"

El director del Museo Artium de Vitoria, Javier González de Durana (Bilbao, 1951), considera que ha cumplido ya el 95% del plan estratégico que ha guiado el centro artístico desde su inauguración en abril de 2002 hasta el presente año. Ahora, mientras el equipo que dirige la entidad ultima los objetivos para el próximo trienio, González de Durana trabaja en la principal novedad de la próxima temporada, la exposición La obra maestra desconocida, concebida a partir del relato homónimo de Honore de Balzac.

Pregunta. ¿Se han cumplido los objetivos que se marcó el Artium en su primer plan estratégico 2001-2005?

Respuesta. En un 95%, sí. Hay que tener en cuenta que aquel plan establecía el organigrama, la misión, la tendencia museológica, las líneas de trabajo con otros museos. Se trataba, sobre todo, de asentar la institución, hacerla reconocible cerca y lejos, y conseguir una respetabilidad. En pocas palabras, el objetivo trataba de consolidar la perla de la institución que es el museo. En ese sentido, hemos cumplido la inmensa mayoría de nuestras intenciones.

"Hasta el momento se habrán presentado más de 500 obras de la colección permanente. Y, con el tiempo, se verán todas"
"Vivimos un proceso de democratización de la cultura artística que en España no se había producido en el último siglo"

P. ¿Y ese 5% restante que no se ha cumplido?

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R. Es lo referente a las actividades como centro de arte, la otra misión que tenía encomendada el Artium. Es lo que estamos preparando ahora, el segundo plan que abarcará el trienio 2006-2009. Vamos a multiplicar el número de actividades (talleres, seminarios, ciclos) que se caracterizarán por ser de corto recorrido. Por ejemplo, un taller con un artista determinado, de unas horas de duración, pero intenso.

P. Se ha ampliado la cafetería con un restaurante y se ha cambiado la ubicación de la tienda. ¿Por qué?

R. La tienda y la cafetería eran autosuficientes; no daban grandes ingresos, pero tampoco había que invertir en ellas. Pero estábamos insatisfechos, porque veíamos más potencial. De ahí los cambios. La tienda gana 40 metros cuadrados y, sobre todo, visibilidad. Cualquiera que entre en el museo va a tener que pasar por ella

[la tienda se ha trasladado del hall de entrada a la planta de salas de exposiciones]. Antes, con la pieza de Javier Pérez se quedaba en un segundo plano.

P. Otro de los lugares que no se han explotado lo suficiente es la plaza.

R. Efectivamente. Los vecinos sí comienzan a sentirla como propia, pero el museo no ha trabajado en todas sus posibilidades. En los últimos meses, con las actividades vinculadas al grafiti, hemos comprobado que ese lugar tiene una potencialidad extraordinaria. A partir de ahora, bastantes de las actividades del centro de arte tendrán lugar allí.

P. El Artium nació para alojar la colección de arte español más importante después de la del Reina Sofía de Madrid. Sin embargo, las exposiciones temporales ya son imprescindibles.

R. Es algo de lo que nos sentimos especialmente orgullosos. Todas las exposiciones, menos una, la de Thomas Ruff, las hemos ideado en el museo. Aunque luego alguna la hayamos producido con otros centros de arte, se nos han ocurrido a nosotros. Esto es un aspecto que quiero subrayar: frente a otros museos, nosotros somos generadores de actividad intelectual que en algunos casos exportamos; es cultura generada en Vitoria que se disfruta en otros lugares.

P. La actual muestra de Richard Deacon se verá en el museo Sara Hilden de Tempere (Finlandia) y en el Arp Museum de Remagen (Alemania).

R. Esta exposición surgió en el Artium y después de prepararla con Deacon expresamente para la sala en la que se exhibe, llegó la posibilidad de ofrecersela a esas dos instituciones. Pero nosotros nunca esperamos una llamada telefónica que ofrece órdenes. Al mismo tiempo, nunca nos planteamos una exposición que no podamos llevar a cabo. Ya me gustaría presentar una antológica de Jackson Pollock, pero conocemos nuestras limitaciones. El resumen de estos tres años y medio de exposiciones es muy satisfactorio.

P. ¿Se le ha quedado alguna en el tintero?

R. Desde que me hice cargo de la dirección del Artium, he tenido la ilusión de revisar todo el trabajo de Bill Viola, que es muy interesante, pero no ha podido ser, de momento. Eso sí, hemos contado con una pieza magnífica en la exposición Laoconte devorado.

P. Se habla de que la colección permanente no se ha mostrado en toda su extensión.

R. Eso es una leyenda urbana, con todos los respetos. Poco a poco se van exhibiendo las obras, dentro de la estrategía de presentar la colección bajo criterios temáticos. Hasta el momento se habrán presentado más de 500 obras. Y, con el tiempo, se verán todas.

P. El Artium nació con el respaldo de esa colección, formada desde 1975, pero en estos últimos diez años están surgiendo centros de arte contemporáneo en España como hongos ¿No hay un peligro de saturación?

R. No. Estamos viviendo un proceso de normalización, de democratización de la cultura artística que, en España y por distintas razones (una clara, son los 40 años de franquismo) no se había producido en el último siglo. Durante estos cien años ha habido un absentismo de la responsabilidad pública. ¿Qué ha pasado ahora? Que, después de que la democracia llegara a la sanidad, a la educación, a las obras públicas, le ha llegado el turno a la cultura. En estos diez años estamos viviendo lo que tenía que haber pasado en cien. De ahí esa sensación de hartazgo.

P. ¿Teme a ese competencia?

R. No es competencia, es oportunidad para el ciudadano. Siempre insisto en que no hacemos las cosas para que nos conozcan en Madrid, París o Londres, que tampoco está de más. Trabajamos para la sociedad vitoriana, alavesa y vasca.

P. ¿Cuál será la exposición sorpresa de esta temporada?

R. Sin duda, La obra maestra desconocida, basada en un cuento que Honore de Balzac escribió en 1831. Es una muestra que atraviesa los siglos, llegando hasta la actualidad, en la que hemos contado con la colaboración de museos de todo el mundo. En el catálogo escriben críticos del prestigio de Richard Danto o Calvo Serraller. Esta exposición es el tour de force del Artium.

P. Las relaciones entre literatura y arte son del gusto del museo. Han editado textos de Petrarca e incorporado aportaciones líricas a catálogos como el de Perejaume. Ahora, Balzac.

R. Otra de las exposiciones de este curso también atiende a ese vínculo entre expresión escrita y plástica. Es la que expresamente ha preparado Prudencio Irazabal a partir de un texto inédito de Aristóteles, titulado Perikromaton o De coloribus, en griego y latín (De los colores). Ahora estamos preparando las traducciones al castellano y al euskera.

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