Un muerto en un tiroteo entre familias vecinas de Málaga

Un vecino de la deprimida barriada Palma-Palmilla de Málaga falleció ayer tras recibir un disparo en la reyerta que enfrentó a su familia con la del piso inferior, y cuyo desencadenante fue un coche mal aparcado, según la versión policial.

"Las trifulcas que siempre han tenido las familias han reventado hoy", contaba una vecina que prefirió no identificarse. La pelea se inició a mediodía, cuando miembros de dos familias gitanas residentes en el número 6 de la calle de González Sáez se enfrentaron en los bajos del bloque. Durante la refriega, dos personas esgrimieron armas, alguna de fogueo según la policía, y se produjeron múltiples disparos hasta que uno alcanzó de lleno a Jesús S. S., de 27 años.

La familia del agresor se dio a la fuga mientras disparaba al aire para abrirse paso, y la víctima se resguardaba en su casa ya herido de muerte. Personal médico del 061 acudió al domicilio, pero sólo pudo certificar el fallecimiento.

Dos horas después, cinco de los 15 policías desplegados trasladaban el cuerpo escaleras abajo entre los gritos desgarrados de los familiares. A continuación, y en pocos segundos, se desató la furia. Varios vecinos armados con piedras se enfrentaron a la policía para intentar destrozar la vivienda de la familia supuestamente agresora. Al empuje de los vecinos, el muro del patio cedió, y tras impedir los agentes el acceso a las escaleras, se ensañaron con el coche de la familia agresora. En pocos minutos resultó completamente destrozado.

"Ésta es una barriada salvaje y estamos dejados de la mano de Dios", se lamentaba una vecina de uno de los edificios, la mayoría pendiente de ser rehabilitados por el Ayuntamiento. En la calle trasera al lugar del incidente, un coche aparcado ocupaba toda la acera.