Raikkonen no tiene término medio
El piloto finlandés ha ganado cinco carreras y, por contra, ha sufrido problemas mecánicos en ocho de las quince disputadas
Las apariencias engañan. Los números de un piloto de F-1 que, circulando a más de 350 kilómetros por hora, se ha ganado el apodo de Ice Man (hombre de hielo), deberían destacar por su regularidad. Pero los resultados que Kimi Raikkonen, el finlandés volador de McLaren, ha obtenido en las 15 carreras disputadas apuntan en un sentido contrario. Ya sea por su forma de exprimir al máximo el rendimiento del motor V10 del MP4-20 o por las constantes evoluciones que se le han aplicado a su monoplaza en un intento desesperado de atrapar el R25 de Fernando Alonso en la clasificación, lo cierto es que la suerte no se ha aliado con Raikkonen desde la primera cita del curso en Australia.
En el circuito Albert Park de Melbourne, Raikkonen vio cómo, con la parrilla de salida ya formada, el motor de su flecha plateada se caló, quedando relegado a salir desde la última posición. A pesar de la importante desventaja, el finlandés remontó y finalmente terminó octavo y sumó su primer punto del año. En la siguiente carrera, en el circuito malayo de Sepang, Raikkonen, que partió desde la sexta posición, comprobó que tras su primera entrada en el taller, en la vuelta 25, su neumático trasero reventó, obligándole a sustituirlo. Finalmente acabó en novena posición, fuera de los puntos. En la cuarta carrera de la temporada, en Ímola, Raikkonen partió sin tráfico tras conseguir la pole-position, pero tuvo que abandonar mediada la novena vuelta mientras rodaba líder, por un problema en el semieje de su monoplaza. Tras el abandono en San Marino, Raikkonen resurgió y se impuso en los dos siguientes circuitos, Montmeló y Mónaco, con relativa comodidad.
Pero tal vez fue lo que ocurrió en el Gran Premio de Europa, en Nurburgring, lo que más mella ha hecho en la moral de Raikkonen. El piloto de McLaren vio cómo, en el último giro y con su monoplaza en primera posición, el triángulo de la suspensión delantera derecha se hacía pedazos y se vio desplazado a la gravilla en una carrera que finalmente ganó Alonso. En Montreal, Raikkonen recortó en diez puntos la ventaja que sobre él acumulaba el piloto español tras ganar en Canadá, mientras que la cita de Indianápolis se saldó con la retirada de todos los monoplazas calzados con neumáticos Michelín, con Raikkonen y Alonso entre ellos, así que no hubo mayor novedad que el triunfo de Michael Schumacher, todavía tercero en el Mundial de pilotos.
En el circuito francés de Magny Cours, el motor V10 del MP4-20 de Raikkonen se rompió en los entrenamientos libres del viernes, lo que le obligó a partir desde la 13ª posición de la parrilla tras lograr el tercer mejor tiempo. A pesar de ello y tras remontar desde atrás, Raikkonen finalizó en segundo lugar.
La fiabilidad del motor Mercedes del coche de Raikkonen aún recibió más críticas tras la carrera en Silverstone [Inglaterra]. Allí, Raikkonen volvió a romper en los ensayos del sábado, partió 12º y terminó tercero. En Hockenheim, Raikkonen también tuvo que abandonar tras un problema hidráulico en su bólido. Ice Man controló la carrera desde que los semáforos se tornaron verdes hasta la vuelta 35, la de su abandono. En Hungría, Kimi retomó el buen camino y consiguió su cuarta victoria del año, a la que se sumaría su triunfo en la siguiente carrera (el quinto), en Estambul. Ayer en Monza, sin embargo, retornó la pesadilla para Raikkonen. A sus 25 años, lleva camino de un nuevo subcampeonato, como en 2003. El título no será esta vez para Schumacher, como entonces, sino seguramente para Alonso.
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