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La familia real teme que el príncipe Enrique pueda dilapidar su fortuna

Algunos miembros de la familia real británica temen que el príncipe Enrique, de 20 años, pueda dejar la carrera militar para irse a vivir con su novia, Chelsy Davy, una vez que acceda a la parte de la fortuna que le dejó su bisabuela Isabel, la fallecida reina madre. El hijo menor de Carlos de Inglaterra recibirá con motivo de su cumpleaños, el 15 de septiembre, la mitad de un legado de 4,9 millones de libras (más de siete millones de euros) de su bisabuela, y podrá disponer de él como le apetezca. Según el dominical Sunday Express, algunos amigos del príncipe, que estudia actualmente en la academia militar de Sandhurst, dicen que piensa utilizar parte de ese dinero para montar la casa en la que vivir un día con su amiga Chelsy. Esa posibilidad, dice el periódico, horroriza a la reina Isabel II y a otros miembros de su familia por los lazos comerciales que mantiene el padre de la muchacha con el régimen despótico de Robert Mugabe en Zimbabue.

Se calcula la fortuna personal de Enrique en 28 millones de libras (más de 40 millones de euros), ya que heredó 13 millones de libras al morir su madre, Diana de Gales, y su abuela la reina le hizo un regalo aún más generoso para compensarle por el hecho de que no será él, sino su hermano Guillermo, quien herede un día el trono. Este último será además un día heredero exclusivo del ducado de Lancaster, que ahora pertenece a la reina y está valorado en 321 millones de libras (más de 468 millones de euros), según el tabloide británico. El periódico dice que también el príncipe Carlos de Inglaterra ha metido dinero en un fondo fiduciario a favor de sus dos hijos, dinero que puede estar en torno a los 15 millones de euros. Según el rotativo, al príncipe de Gales le preocupa la posibilidad de que el hecho de tener tanto dinero a su disposición termine desviando a su hijo del camino que considera recto. Otros que conocen al príncipe temen a su vez que caiga bajo la influencia de un grupo de jóvenes ricos y ociosos surafricanos con los que ha trabado amistad en Suráfrica, donde estudia su novia, y decida abandonar la carrera militar por una vida más muelle. El dominical señala que Enrique y Chelsy acarician la idea de comprar All Bar Bone, su bar favorito en Ciudad del Cabo, un lugar nocturno donde la pareja hizo su primer baile. El príncipe debía volver este fin de semana al Reino Unido tras pasar unas vacaciones con su novia en una isla del Índico.-

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