"El rodaje fue duro, pero aún más que se acabase"
Danna García (Bogotá, Colombia, 1978) triunfa ahora en España con la telenovela Pasión de gavilanes. Sin embargo, en Latinoamérica es una estrella desde hace mucho tiempo. Artista precoz, a los siete años ya conducía en la televisión colombiana el espacio infantil Notutticuanti y a los 15 protagonizaba el éxito Café con aroma de mujer, también emitido en España. Pasión de gavilanes va camino de convertirse en el fenómeno que ya fue Yo soy Betty, la fea, asimismo de Antena 3. Despidió su semana de estreno con un 12,4% de cuota de pantalla, y algo más de dos meses después ya está en el 32,1%.
Pregunta. Pasión de gavilanes es todo un éxito en España, como pudo comprobar por la multitud que la recibió el pasado lunes en el aeropuerto madrileño de Barajas. ¿Lo esperaba?
Respuesta. No, en absoluto. El éxito siempre es una sorpresa, no se puede prever y nunca se está preparada, pero me siento aún más ilusionada porque haya sido en España, un país al que siempre he admirado. Mi gran felicidad es la de tener la oportunidad de triunfar en países distintos, y que en todos ellos la gente se identifique con lo que hago.
P. ¿Y cuál es el secreto de esta serie?
R. No lo sé, la fórmula no la tiene nadie. Supongo que es una conjunción de elementos, el libreto, el casting, la química entre los actores, la música. Creo que la serie crea un ambiente, el ambiente Gavilán, en que se juntan esos elementos. Trabajamos porque nos gusta y eso se tiene que notar.
P. Usted ya tiene el reconocimiento popular. ¿Qué significó en su carrera un triunfo como el de Café con aroma de mujer?
R. Partió mi vida en dos. Me dio el reconocimiento internacional, la posibilidad de trabajar en otros países, madurez como actriz. Aunque también La revancha y Te voy a enseñar a querer fueron éxitos y me ayudaron a crecer.
P. Usted, que incluso ha estudiado en la escuela de Lee Strasberg, en Estados Unidos, ¿cree que, en cierta manera, se menosprecia a los intérpretes de telenovelas, como si fuesen actores de segunda?
R. No soy la más indicada para opinar sobre ello, yo me siento respetada, aunque quizá sí existe esa teoría de que somos actores menos preparados, pero en cualquier caso es nuestra obligación pasar por encima de eso, trabajar más duro para ser mejores profesionales y cambiar esa opinión.
P. ¿A qué se debe que su personaje en Pasión de gavilanes, Norma Elizondo, resulte tan atractivo al espectador?
R. Es una mujer dulce, creo que es su rasgo principal y también el que es una mujer de principios. Se casa con un monstruo para cumplir su palabra y creo que vive la pasión más profunda de la serie. Es un personaje que pasa por muchos procesos psicológicos y creo que eso la acerca mucho a la gente, es muy fácil encariñarse con ella. Yo la amo, tiene sentimientos totalmente humanos. Es real.
P. ¿Qué fue lo más difícil del rodaje de esta telenovela?
R. Terminarlo. Fue tristísimo, el rodaje fue duro, pero aún más lo fue el hecho de que se acabase.
P. ¿Qué le queda por hacer en el mundo de la interpretación?
R. Todo. Ni siquiera he empezado. Tengo que crear, aportar, aprender, es un camino largo y nunca termino de evolucionar. Nunca se puede decir que se ha hecho algo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.