El año de los más pequeños
La buena estrella de los 'small caps' podría cambiar si aumenta la aversión al riesgo
Los valores de pequeña y mediana capitalización han vivido su momento más dulce en España. Como referencia, valga como indicación la revalorización que han experimentado los dos índices que engloban los principales valores de esta categoría. El indicador Ibex Medium Cap se anotó una subida hasta finales de agosto del 31,37%, mientras que el Ibex Small Cap subió un 33,09%. Nada desdeñable, si se tiene en cuenta que el Ibex 35, que agrupa a los grandes valores cotizados, se ha incrementado un 10,22% en los ocho primeros meses de 2005.
Algunos ejemplos son más que elocuentes. Sos Cuétara lleva ganado en Bolsa un 31,47% en lo que va de año, la cadena de hoteles Sol Meliá ha subido un 49,18%, el fabricante de ascensores Zardoya Otis se ha anotado una revalorización del 22,68% y Pescanova avanza un 46,52% hasta agosto. Algunas subidas han sido aún más espectaculares. Mecalux dio un salto de nada menos que el 110,84% en los ocho primeros meses de este año. Los casos de las inmobiliarias Inbesós, que sube un 132,08%, y Fadesa, con un alza del 73,61%, siguen la estela del tirón de la vivienda, que aún tiene visos de mantenerse.
Los analistas avisan, ante las revalorizaciones de las compañías de pequeña capitalización, que la fiesta puede terminar en cualquier momento
Sin embargo, los analistas vienen anticipando, a la vista de las fuertes revalorizaciones de las compañías de pequeña y mediana capitalización, que la fiesta puede terminar en cualquier momento. Ello tendrá mucho que ver, aseguran los expertos, con el cambio de percepción del riesgo que tengan los inversores. "Quizás hasta ahora haya habido un exceso de confianza y muy poca aversión al riesgo", señala José Luis Martínez, estratega en España de Citigroup. El boom de los valores pequeños se ha dado en un contexto de mercado de bajas volatilidades, con ínfimos tipos de interés y abundante liquidez capaz de absorber papel de todo tipo..., a veces sin exigir una rentabilidad adecuada al riesgo de las inversiones.
El fenómeno ha sido mundial y el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, advierte de que esa percepción de liquidez ilimitada de los inversores podría desaparecer si éstos dejasen de estar dispuestos a asumir importantes riesgos y empezasen a exigir primas de riesgo más elevadas a sus inversiones. La subida del petróleo, opinan algunos, podría ser el desencadenante.
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