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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Madres de Beslán

Un año después de la muerte de 331 personas, la mitad de ellos niños, en la masacre de Beslán, demasiadas sombras pesan sobre esa tragedia provocada por aquel secuestro masivo de escolares por terroristas chechenos en un colegio de Osetia del Norte y el posterior asalto de las fuerzas especiales para su liberación. Con dos investigaciones y el juicio en curso a Nurpashá Kuláyev, el único miembro del comando de 32 terroristas capturado con vida, se discute aún sobre quién fue el responsable de un asalto de las fuerzas rusas que duró 10 horas. Ayer, al recibir en Moscú a una delegación del Comité de Madres de Beslán, el presidente ruso, Vladímir Putin, prometió esclarecerlo todo. Pero no aportó ninguna novedad, sino para afirmar que se había enterado de algunas cosas que allí ocurrieron a través de las propias madres.

Ningún miembro del Gobierno ruso se ha dignado asistir en Beslán a los actos convocados un año después de este episodio que duró tres días. Aunque la brutalidad de los secuestradores que exigían la salida de las tropas rusas de Chechenia y la liberación de sus presos está fuera de toda duda, las madres y otros familiares de las víctimas han ido crecientemente echando la culpa de tantas muertes a la forma en que las fuerzas de seguridad llevaron a cabo el asalto, incluso con tanques que dispararon, aunque, según la versión oficial, no lo hicieron contra el gimnasio donde se hallaba la mayoría de los secuestrados.

Putin no tuvo reparos en asegurar ayer que, tras la quiebra de la URSS, el debilitamiento de sus fuerzas de seguridad y el terrorismo, el Estado "ya no puede garantizar hoy la seguridad de sus ciudadanos al nivel y con la calidad necesarias". Es toda una admisión de impotencia. Pero tampoco ha hecho nada en estos años para intentar resolver el conflicto de Chechenia. Como quedó trágicamente patente en Osetia del Norte hace un año, y de nuevo ayer con atentados en el vecino Daguestán, hace tiempo que el conflicto checheno ha desbordado sus fronteras nacionales. A este respecto, ha pasado un año en vano.

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