El Nederlands alza el telón del Liceo con un canto a la individualidad

La perfección técnica ha hecho del Nederlands Dans Theater una de las mejores compañías de danza del mundo; una perfección de conjunto que tiene en el trabajo individual de la personalidad de cada bailarín su principal baza. Es precisamente esa individualidad la que el gran coreógrafo checo Jiri Kilian (Praga, 1947) ha potenciado en su larga relación con la compañía holandesa y la que ha sublimado en On of a kind (Único), la pieza con la que el Nederlands inaugura esta noche la temporada del Liceo de Barcelona.

"Es importante ser un grupo, pero también saber ver y potenciar las diferentes individualidades dentro del conjunto, y esto que ha hecho el Nederlands Dans Theater a lo largo de su historia resulta muy poco común en las compañías de danza", aseguró ayer el ex bailarín sueco Anders Hellström, director artístico de la compañía holandesa, cuyo primer elenco abre hoy la temporada del Liceo con dos programas diferentes: el primero se ofrecerá en cinco funciones desde esta noche y hasta el 7 de septiembre, con la coreografía On of a kind, y el segundo, con cuatro funciones del 9 al 13 de septiembre, con tres coreografías: Safe as houses y Signing off, ambas del dúo formado por Paul Lightfoot y la española Sol León, y Anomaly one, del italiano Jacopo Godani.

Kilian, que en su etapa como director artístico del Nederlands, al que actualmente está ligado como uno de los tres coreógrafos internos, forjó el prestigio internacional de la compañía, le brindó con On of a kind el regalo de implicar a cada uno de los bailarines del primer elenco en el proceso creativo.

La coreografía, un encargo de 1998 del Ministerio del Interior de Holanda para conmemorar el 150º aniversario de la Constitución por la que se rige el país, es un ballet abstracto, sin historia, en el que Kilian tomó como punto de partida la primera frase de la Constitución holandesa: "Todo el mundo debe ser tratado y aceptado como un individuo, y la ley debe garantizar las libertades de la persona...". Y con este principio como norma elaboró con esta obra un canto a la individualidad de una compañía cuyos integrantes nunca coinciden al completo sobre el escenario en los cien minutos que dura la pieza.

"One of a kind sigue el viaje interior de una persona a lo largo de una jornada, un viaje de vida o de muerte, algo que cada espectador deberá decidir al ver la coreografía, no seré yo quien lo diga", explicó Hellström. La coreografía cuenta con una partitura del compositor australiano Brett Dean, quien toma como inspiración obras de diversos compositores, desde los madrigales del renacentista Gesualdo da Venosa hasta la música experimental del estadounidense John Cage, pasando por el canto de los pájaros australianos.

La música, grabada, cuenta con la participación en directo de un violonchelista, que en el Liceo será el británico Matthew Barley, quien permanece sobre el escenario a lo largo de toda la obra interrelacionando su interpretación con la música grabada y con los bailarines. La escenografía es obra del arquitecto japonés Atsushi Kitagawara, quien creó tres decorados para cada uno de los tres actos en los que llena el espacio con figuras geométricas: senderos zigzagueantes, rampas, conos, cuadrados y un trío de escaleras.

La temporada del Liceo ofrecerá desde hoy y hasta el 30 de julio del año próximo un total de 376 funciones de ópera, conciertos, recitales y danza, un género que este curso que hoy se inicia contará además del Nederlands Dans Theatre I con otras dos compañías de danza: el Ballet Béjart Lausanne, que del 28 al 31 de octubre ofrecerá tres coreografías del propio Béjart: Brel et Barbara, L'art d'être grand-père y Bolero, y el Ballet de Zúrich, que presentará del 19 al 21 de enero de 2006 la coreografía de Heinz Spoerli con música de las suites para violonchelo solo de Bach In den Winden im Nichts.